La nave del Mercado de San Ramón, en Moeche, abrió ayer sus puertas a una nueva edición, la sexta, de la Feira das Fabas impulsada desde el Concello con el fin de poner en valor la producción de esta legumbre. Aunque la lluvia registrada durante toda la jornada restó afluencia de público con respecto a anteriores ediciones –también obligó a suspender la apertura del circuito de educación viaria para los jóvenes–, las ventas fueron buenas.
Así lo destacaron los propios puestos, tal y como se informó desde el Concello, entre los que había productores de la zona pero también procedentes de otros lugares, como de A Mariña luguesa.
Así, por ejemplo, José Luis Sanjurjo, de Bardaos, acabó las existencias de las habas en vainas sobre las 11.30 horas, mientras que las bolsas de haba en verde y las secas fueron saliendo a un ritmo menor, indicaban ayer fuentes muncipales. “A xente, en vez de levar un ou dous quilos de fabas, levaba bolsas de dez ou quince quilos de faba para debagar na casa”, comentaba este vendedor, uno de los fieles a las ferias y mercados modestinos. En su caso vendió la haba en vaina a 5 euros, la verde a 10 euros el kilo y la seca a unos 13 euros. A 4,50 despachó la destinada especialmente al caldo. Junto a esta legumbre, el mercado ofreció muchos otros productos de alimentación y de artesanía. Además, el Concello programó una serie de actividades paralelas para animar el ambiente de la feria.
La Asociación Veciñal de Labacengos se encargó un año más de preparar la fabada servida a partir del mediodía, completándose la jornada matinal con un concurso de búsqueda del tesoro para el público infantil.
Por la tarde fue el turno para el concurso de “debagado de fabas” y para el espectáculo de clown y escapismo “A vida tola”. Como colofón a la cita, que coincidió con la celebración del Día Internacional das Mulleres Rurais, el Concello animó a las mujeres y niñas de Moeche a formar parte de la fotografía de grupo “As mulleres do rural”.