A la espera de la realización del informe pertinente por parte de la arqueóloga municipal, los análisis previos y obtenidos a primera vista por expertos como el director de la Cátedra de Arqueología, Juan Luis Montero Fenollós apuntan a que los hallazgos arqueológicos encontrados en las obras que se están ejecutando en la calle San Francisco, en el barrio de Ferrol Vello, podrían pertenecer a dos épocas históricas distintas.

Así, la primera inspección por parte de varios especialistas deja de manifiesto que hay indicios de que las construcciones visibles podrían ser, por una parte, de la Edad Moderna, entre los siglos XV y XVII y anteriores a la construcción del Arsenal militar y, por otra, se trataría de los primeros restos que se descubren de la etapa medieval de la ciudad, cuando era poco más que una aldea de pescadores.

Para apoyar estas deducciones, los expertos se basan en las diferencias en las técnicas constructivas de los hallazgos visibles así como de los materiales que parecen haberse empleado y que se ocultaban bajo los adoquines de San Francisco.

De este modo, se hallarían construcciones como sillares que atraviesan los muros, que sería lo correspondiente a la época medieval y mampostería, situados, además, a distinta cota bajo tierra. Lo que sí parece claro es que se trata de construcciones de gran envergadura.

Pese a los escasos datos existentes en relación a la Edad Media en la zona, ya que hasta el momento solo se cuenta con base documental pero no física, todo hace indicar que la zona en la que se está actuando y en la que fueron encontrados los restos pertenecen a donde se hallaría en su momento el antiguo muelle y una puerta de la muralla. Para poder confirmar estos datos, sin embargo, sería preciso analizar y estudiar los restos con un mayor detenimiento por parte de los expertos.

Excavación en área

Además, los especialistas señalan la necesidad de una excavación para poder conocer los orígenes de la ciudad, además de que, de confirmarse el valor histórico de los mismos, la actuación en San Francisco se convertiría en la primera excavación arqueológica “en área” que se llevase a cabo en la ciudad.
 

Desde el Concello, las concejalías de Urbanismo, que dirige Julián Reina, y de Patrimonio Histórico, de la que es edil Eva Martínez, trabajan de forma conjunta, de modo que actualmente se está realizando el informe desde el área de arqueología del Concello para presentar ante la Dirección Xeral de Patrimonio, con la información recogida hasta el momento, y planteando ya la posibilidad de llevar a cabo una excavación en el área en el que se encontraron los vestigios, ampliándola en su entorno para hallar más datos al respecto.

Precisamente el concejal de Urbanismo insistió en que el informe no será un mero documento de comunicación, sino que se insistirá en la necesidad de seguir investigando el yacimiento, por la importancia que este puede tener como el primer vestigio que aparecería de esta época histórica.

Precisamente en este ámbito, se contará con el asesoramiento de la Cátedra de arqueología del Concello y UDC que podría participar asesorando cualquiera de los procesos que se lleven a cabo para esclarecer estos orígenes y la relevancia de los mismos.

Debido a las posibilidades que se abren, el Concello empieza ya a plantearse la modificación del proyecto de urbanización que se está ejecutando en la calle San Francisco, con el fin de que ambas cuestiones sean compatibles y que se pueda preservar el patrimonio. En este sentido, se perfiló la posibilidad de modificar la entrada a la calle, además de variar la canalización de saneamiento, conduciéndola a través de la Praza Vella hasta el colector de la calle Rastro. 
 

La idea sobre la que se trabaja desde el Concello  es que este patrimonio sacado a la luz pueda no solo contribuir a conocer mejor la historia de la ciudad sino que sirva como atractivo para el barrio más antiguo de la ciudad, el de Ferrol Vello.

Documentación existente

Los hallazgos bajo la superficie de la calle San Francisco no solo tienen la apariencia de ser elementos medievales sino que la documentación existente hace precisamente referencia a la presencia de una primera muralla medieval, que se correspondería con la línea que discurre entre las calles Castro y Cristo y que remataba en el encuentro con la Praza Vella con una puerta de acceso, la Puerta del Castro. Además, donde hoy está la plaza se hallaba un pequeño varadero. Precisamente estos datos son recordados en la última revista Ecce Homo, en un artículo escrito por el arquitecto municipal Felipe Cotovad Martínez.