La Semana Santa de Ferrol atrajo, según las cifras de la Asociación de Hostelería dadas a conocer hoy desde el Concello, a cerca de 350.000 personas y supuso un movimiento económico de unos 40 millones de euros. El alcalde, Ángel Mato, presentaba estos datos en rueda de prensa, acompañado por el presidente de la Junta de Cofradías, César Carreño, y por el de los hosteleros, Emilio Vázquez.

El uso de los buses lanzadera desde el aparcamiento de A Malata, los datos de consultas y de visitas en las oficinas de turismo o en el castillo de San Felipe, la ocupación al 100% en los días centrales en camas y en mesas y el ambiente festivo fueron algunos de los factores que contribuyen a valorar la importancia de un evento religioso y turístico que se había paralizado por el coronavirus.

Esto precisamente lo comentaba Emilio Vázquez en su intervención, que no recordaban trabajar con esa intensidad desde hacía dos años. “A xente quixo unha Semana Santa espectacular e tívoa”, aseguró. “Foi un éxito e quedamos todos encantados”.

Evento fundamental

El presidente de la Junta de Cofradías, César Carreño, destacó el trabajo llevado a cabo por las cinco entidades –Dolores, Santo Entierro, Soledad, Merced y Angustias–, agradeció el dispositivo de seguridad y sanitario habilitado por el Concello e hizo hincapié en la Semana Santa como un “evento fundamental para Ferrol que atrae a milleiros de persoas” y que hace de escaparate para promocionar la ciudad.

El alcalde, Ángel Mato, ofreció datos contabilizados desde el Concello, como las 2.906 personas que utilizaron los buses lanzadera gratuitos desde A Malata durante los ocho días que estuvo en servicio. Se evitó el acceso al centro de un millar de coches, apuntó. “Temos intención de volver ofrecelo con motivo doutros eventos que viva a cidade”, añadió.

Entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección el castillo de San Felipe recibió unas 1.800 visitas, en niveles, indicó Mato, similares a los de agosto, que es cuando se produce una mayor afluencia. Y las visitas guiadas a diferentes puntos de la ciudad recabaron la atención de 350 entre el jueves y el domingo, doce veces más que un fin de semana 

habitual.

También las oficinas de turismo detectaron el impacto de la semana festiva y atendieron a cerca de 1.400 personas, de las cuales 740 eran peregrinos. Es un aumento de un 40% respecto a los datos previos a la pandemia. Más de la mitad de estos visitantes tenían previsto pernoctar en la ciudad. La mayoría de las consultas procedían de turistas de distintas partes de España (un 68%, principalmente de Madrid, Galicia, Murcia y Canarias) y el resto eran extranjeros, sobre todo alemanes y portugueses.