Ferrol es, por lo general, una ciudad tranquila. Así lo avalan tanto la Policía Local como las propias cifras de criminalidad que cada trimestre ofrece el Ministerio del Interior. No obstante, como en cualquier urbe, siempre existen situaciones violentas que, tanto por su imprevisibilidad como por su impacto, generan una gran conmoción entre la vecindad.
Es el caso de la brutal pelea entre miembros dos familias que se registró durante la noche del pasado jueves en el barrio de Recimil. El incidente, como detallaron fuentes presenciales y que posteriormente confirmó el gobierno local, tuvo lugar pasadas las 22.30 horas en el espacio que separa el edificio administrativo de la Xunta y la cafetería Avenida. Las causas que motivaron la trifulca de momento se están investigando y también se desconoce si alguno de los implicados ha sido detenido, pero sí que al menos tres de ellos resultaron heridos, dos de los cuales tuvieron que ser trasladados al CHUF.
“Sucedió todo en cinco minutos. Estábamos trabajando normalmente y no había mucha gente, ni dentro ni fuera. De repente escuchamos unos gritos y como había gente disfrazada por la calle pensamos que formaba parte del Halloween”, narraba ayer Emilio Vázquez, propietario del mencionado establecimiento y presidente de la Asociación de Empresarios de Hostalería de Ferrol e Comarcas. No obstante, como detalla el profesional, en cuestión de segundos se percataron de que no se trataba de gente haciendo bromas por la calle, sino de un crudo enfrentamiento entre un grupo de personas.
“Cuando me di cuenta [de lo que pasaba] vi un arma blanca. Había mucho barullo, mucha confusión, unos encima de otros, otros intentando separarlos...”, relata. A este respecto, fuentes municipales apuntaron que el primer aviso que recibió la Policía Local llegó sobre las 22.45 horas, alertando de una trifulca entre gente armada con barras de hierro y armas blancas –supuestamente machetes y espadas con forma de catana–. “Uno de ellos cogió una silla de la terraza para defenderse”, continúa Vázquez, apuntando que la tensión aumentó en el interior del establecimiento cuando empezaron a ver sangre y “a una persona blandiendo una catana o un machete”. “Ni siquiera estás atento a eso, solo estás pendiente de recoger a la gente que sabes que está asustada en la calle”, detalla, incidiendo en que, cinco minutos después todo había terminado.
Respecto a la identidad de los implicados, el profesional apuntó que había visto alguna cara conocida del barrio, pero que al ser de noche y con la confusión no era posible reconocerlos.
En cuanto a la pelea en sí, varios vídeos grabados por los vecinos del área muestran a un grupo de personas escapando por un lateral del túnel de la avenida de Vigo y resguardándose en un portal, mientras que el otro parece querer embestirlos con una furgoneta blanca. A este respecto, Emilio Vázquez aclaró que, al contrario de lo que se creía en un principio, este no fue el inicio de la trifulca, sino cuando los miembros de la segunda familia trataban de escapar del lugar, destrozando por el camino dos de los bolardos que protegen la entrada de la sede de la Xunta y un ventanal de la cafetería.
En cualquier caso, un segundo vídeo, grabado poco después, muestra al primer grupo en uno de los túneles de Recimil, con una persona, un hombre joven, sangrando profusamente por la cabeza. En paralelo, numerosas patrullas de la Policía nacional y Local se desplazaron hasta el punto, así como ambulancias del servicio de Urxencias Sanitarias de Galicia-061. Así, mientras los agentes recogían pesquisas sobre el incidente, los profesionales sanitarios atendieron a los dos heridos que permanecían en el lugar –dos varones de 44 y 21 años–, trasladándolos posteriormente, uno al Arquitecto Marcide de Ferrol y el segundo al Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).
Asimismo, la investigación policial permitió localizar poco después la mencionada furgoneta, cuyo conductor también precisó de asistencia sanitaria, pero no tuvo que ser llevado a un centro médico. En el interior de la misma, apuntaron fuentes municipales, se localizó un arma blanca con un filo de 40 centímetros. El vehículo, por otra parte, fue remolcado hasta el depósito del Sánchez Aguilera.
Por último, desde el Concello se señaló que, tras el traslado al hospital de los heridos, se registró una concentración de unas 200 personas a las puertas del centro sanitario.
Por otra parte, la presidenta de la AVV de Recimil, Isabel Riveiro, denunció que el incidente “se veía venir” porque “nadie hace nada” sobre el tema de la inseguridad. En este sentido, la responsable de la entidad apuntó que, si bien es cierto que ha habido un aumento de presencia policial en las zonas más conflictivas durante la noche, estas medidas no son suficientes.
“Se sabía que esto, tarde o temprano, iba a reventar”, lamentó, explicando que esta coyuntura está provocando que algunos residentes, especialmente gente de avanzada edad, esté comenzando a abandonar el barrio. En este sentido, Riveiro aclaró que sí había habido trifulcas similares por la zona, pero nunca de esta magnitud.