Hoy se cumple el tercer día consecutivo de paros en la planta que la compañía Leche Celta explota en Pontedeume, que se suma a los iniciados la pasada semana, las jornadas del 10 y 11 de enero. La totalidad de los empleados de la factoría láctica secunda la huelga, que consiste en el cese de la actividad durante cuatro horas consecutivas, entre las 12.00 y las 16.00 horas.
El tercer paro de la semana convocado por el comité de empresa tras la ruptura de las negociaciones entre la dirección y la parte social para abordar el nuevo convenio colectivo, solo es el primer paso que pretenden dar los trabajadores. La presidenta del comité, María Xosé Vizoso (CIG), aseguró al respecto que “os traballadores seguen secundando estas mobilizacións”. Vizoso lamentó que hasta la fecha no se hayan producido conversaciones con la empresa, ni se haya fijado reunión alguna para abordar de nuevo la negociación del convenio colectivo.
Así las cosas, Vizoso aseguró que lo probable es que el tono de las protestas vaya en aumento y si tras el paro de hoy no hay ningún tipo de acercamiento con la empresa pretenden mantener estos ceses de actividad de cara a la semana próxima, aunque, como aseguran los representantes de los trabajadores, ya no serían paros de tres días como esta semana sino que pararían la actividad de lunes a jueves, como se acordó en la asamblea de diciembre.
La parte social, representada de manera mayoritaria por la CIG, con siete de los nueve delegados, estima que la dirección de la empresa pretende establecer “un sistema retributivo que supondría penalizar salarialmente a las personas que enfermen o que disfruten de licencias retribuidas así como condicionar el incremento económico a unos parámetros en los que los afectados no pueden incidir, como explican desde el comité de empresa.