El mal estado de la cubierta del Concello obliga a ampliar las obras

El mal estado de la cubierta del Concello obliga a ampliar las obras
Las obras avanzan por un lateral del edificio, donde ya se han eliminado casi todas las buhardillas | jorge meis

Las obras de rehabilitación de la cubierta del Concello de Ferrol serán más complicadas de lo que estaba previsto. Según avanzan los trabajos se ha detectado que su estado de conservación es peor de lo que se pensaba, por lo que hay que redactar un proyecto modificado que incluya las nuevas actuaciones. El gobierno local aprobó ayer la autorización de este proceso, según informó su portavoz, Julián Reina, en la rueda de prensa posterior a la Xunta de Goberno.


Esto supondrá incrementar el coste de la reparación, de modo que a los 562.650 euros iniciales se le añaden cerca de 84.000. También se alterará el tiempo de finalización de la obra, que en principio era de tres meses. El modificado se está ya realizando y en pocos días se podrá dar un cálculo concreto de cuánto más tardará la rehabilitación –empezó a finales de julio–. La estimación provisional es que pueda estar lista en noviembre.


La estructura de la cubierta está “en moito peores condicións do que parecía e é necesario enfrontar e arranxar os novos problemas que apareceron ao retirar as tellas”, comentaba Julián Reina, quien también es concejal de Urbanismo.


Entre las deficiencias observadas se incluye el caño de la cubierta, con una conservación peor de lo esperado y que puede ser el origen de la entrada de agua en el edificio, que causaba problemas en muchas dependencias. Se propone uno nuevo, de zinc –el mismo material que se va a usar en el tejado–, en todo el perímetro. Además, al instalar los andamios se pudo ver más en detalle la situación de las fachadas, con zonas en las que el revestimiento de mortero está suelto y tiene que ser reforzado y reparado.


Otra de las actuaciones nuevas que se propone es reforzar el sistema de apoyo para la nueva cubierta e incrementar la protección de los archivos frente a la contaminación con amianto que se podría producir durante su retirada, puesto que también este proceso va a resultar más complicado de lo previsto. l

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