La primera experiencia de reinstalación de moluscos bivalvos en la batea de San Carlos en los meses de julio y agosto ha sido positiva. Es el balance que se hace desde la Consellería do Mar, que en primavera, y tras unas pruebas que se hicieron el año pasado para comprobar el índice de mortalidad en la época del año en la que el agua de la ría está a una temperatura más alta, pactó con cinco pósitos –aunque finalmente solo participaron tres– las condiciones para poder mantener abierta la reinstalación durante el verano.
“Facemos unha valoración positiva, en liña co trasladado polas propias confrarías”, afirman desde el departamento de asuntos pesqueros de la Xunta, que destaca especialmente que con este acuerdo, el primero desde que las bateas se instalaron en la ría de Ferrol hace más de doce años –en enero de 2012–, se ha prestado “un servizo aos pósitos que permitiu manter a actividade extractiva durante a tempada estival e uns parámetros reducidos de mortaldade. A intención, dada a boa experiencia deste ano, é repetilo no 2025”.
La mortalidad de los bivalvos enviados a la batea (cuatro toneladas) se ha situado en un modesto 1,7%
Una de las claves de los buenos resultados, si no la más importante, ha sido precisamente la reducida mortandad de los bivalvos. Era este el principal temor de las cofradías, aunque el estudio preliminar del verano pasado ya había ofrecido unos datos interesantes, por debajo del 5%. La experiencia “real” ha sido incluso más favorable de lo esperado, puesto que en el conjunto de los dos meses –que no han estado exentos de algún contratiempo de cierta magnitud–, apenas se ha registrado una merma del 1,7% –menos de 72 kilos de un total que supera las cuatro toneladas–, y ha sido más baja en agosto que en julio.
De los 4.189 kilos que las cofradías de Cedeira, Ferrol y Barallobre –las únicas participantes, pues Miño y Corcubión optaron finalmente por no hacerlo– han enviado a la batea de San Carlos, el mayor volumen lo ha aportado el pósito cedeirés. Las mariscadoras a pie que extraen berberecho del banco de Vilarrube enviaron un total de dos toneladas, aunque con una diferencia sustancial entre julio (1.907 kilos) y agosto, con apenas 112. La razón es que a finales del primer mes de reinstalación se detectó un episodio de toxina que mantuvo cerrado el banco durante prácticamente un mes completo. En agosto, por ejemplo, solo pudieron faenar un día. Esa circunstancia ha impedido extraer cerca de dos toneladas, según la estimación del sector.
El berberecho de Cedeira ha sido, por lo tanto, el producto más “tratado” en la batea de reinstalación. Muy cerca estuvo la almeja japónica recolectada por los socios de los pósitos ferrolano y fenés. Los primeros sacaron algo más de una tonelada en julio y 764 kilos en agosto, mientras que los mariscadores de Barallobre enviaron 110 y 273 kilos, respectivamente. La extracción de fina, sin embargo, ha sido anecdótica –algo más de 15 kilos–.
Con estos datos, la Consellería do Mar está dispuesta a repetir el año que viene, una intención que comparten las cofradías que han podido utilizar la batea este verano. El hecho de poder aprovechar la época del año en la que más visitantes llegan a la comarca y la mayor demanda de productos del mar –junto con una cotización en el mercado más alta, de media, que el resto del año, con la excepción de las navidades– son motivos que esgrime el colectivo de trabajadores del mar de las cofradías para justificar su interés en que esta iniciativa pionera hasta este año, pueda volver a repetirse en 2025.
Las cofradías de pescadores de la comarca tienen todavía esta semana –hasta el viernes– de plazo para presentar sus proyectos de regeneración que permitan mejorar la productividad de los bancos con problemas de pérdida en este sentido. La Consellería do Mar tiene abierta esta convocatoria dotada con 300.000 euros para todos los pósitos de Galicia.
Esta es la segunda línea que activa el departamento que dirige Alfonso Villares en casos de pérdida de productividad y regeneración de bancos, para las que las agrupaciones de la ría de Ferrol también presentaron sus propuestas. Estas todavía no se han resuelto.
En el caso de la ría de Ferrol, la pérdida de productividad es una realidad desde hace cinco años. Las cifras de las que dispone la Xunta así lo indican, por lo que las cofradías volverán a presentar sus solicitudes en esta segunda convocatoria.
En datos generales para Ferrol, Barallobre y Mugardos, la caída desde 2018 es muy pronunciada. En aquel ejercicio se vendieron algo más de 416 toneladas de las distintas especies, mientras que en 2023 fueron exactamente 100.000 kilos menos.