El cementerio parroquial de Serantes acogió ayer el tradicional homenaje que, como cada año, realiza la Asociación Memoria Histórica Democrática en recuerdo de Amada García, sus compañeros asesinados y represaliados del Partido Comunista y de todas las víctimas del franquismo.
El acto, que tuvo lugar a las 17.30 horas y que consistió en una ofrenda floral, estaba programado en un principio en el castillo de San Felipe, donde fue fusilada García, pero a causa de la alerta roja en el litoral de Ferrolterra y naranja en los municipios de interior, se decidió trasladarlo al camposanto donde está enterrada la homenajeada y su hijo Gabriel. Asimismo, el tiempo pareció dar un respiro a los asistentes, más de una veintena de personas –entre ellos los descendientes de la mugardesa–, cesando la intensidad del viento y las precipitaciones durante la celebración.
Amada García, recordó la entidad, fue asesinada el 27 de enero de 1939, apenas dos meses antes del final de la Guerra Civil, junto a otros siete militantes del Partido Comunista. En un juicio plagado de irregularidades, el consejo de guerra la condenó a ser fusilada, una pena que se pospuso hasta que García, por entonces embarazada, diera a luz.