Menos bodas y cada vez más tarde: balance de nupcialidad en Ferrolterra

Según los datos del Instituto Galego de Estatística, en 2023 se celebraron en las comarcas un total de 660 enlaces
Menos bodas y cada vez más tarde: balance de nupcialidad en Ferrolterra
Boda Icía Cortabitarte y Guillermo Chamorro en agosto de 2024 I Carlos Carballeira

Cada vez se casan menos parejas y los futuros cónyuges esperan más para hacerlo. Así se desprende del análisis de los datos de indicadores demográficos de nupcialidad que publica periódicamente el Instituto Galego de Estatística (IGE), un organismo dependiente de la Xunta  que estudia múltiples aspectos relacionados con la población, la economía o la sociedad.


Gracias a la herramienta interactiva del portal del organismo se puede observar con facilidad la evolución de los matrimonios en Galicia y, además, en las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal, con datos detallados de los diferentes ayuntamientos que componen el área.


La información disponible de mayor antigüedad se corresponde con el año 2002, cuando se celebraron 829 bodas, una cifra bastante alejada de los datos más recientes (2023), con un total de 660 enlaces. Este descenso se percibe, también, en el ámbito de la Comunidad Autónoma, en donde se pasó de las 11.517 uniones de hace dos décadas a tan solo 9.028.

Uniones matrimoniales

Ambos cálculos discurren paralelos, y es que, si se tienen en cuenta los porcentajes, las bodas de las comarcas se han mantenido desde principios del siglo entre el 7% y el 8% de las totales en Galicia –en 2002 suponían el 7,20 y en 2023 se situaron en el 7,31%, con fluctuaciones mínimas en estas dos últimas décadas–.

 

Crisis

Este descenso generalizado en el número de matrimonios se vio especialmente agudizado en 2020 –como sucedió en la mayor parte de los sectores– debido a la pandemia del covid 2019. Las fuertes restricciones y las medidas de seguridad relacionadas con la salud pública hicieron que muchas parejas retrasasen la fecha de sus nupcias para años posteriores. 


Así lo constatan los datos del IGE, que muestran un pico tras ese ejercicio, con una situación que tiende a estabilizarse en la actualidad. 


Este boom tras el covid lo corraboran, también, desde el sector de la organización de eventos. Es el caso de Christell Felgar, al frente de la firma naronesa Algodón de Azúcar. “Llevo organizando eventos desde hace muchos años, pero al sector nupcial me dedico desde 2021. Justo después de la pandemia vivimos un subidón, porque se juntaron aquellos que lo iban a hacer [casarse]cuando surgió el covid con los que lo planearon justo después”, asevera.

Bodas pandemia

Observando la evolución de los nupcias, también se percibe una importante caída a partir de 2008, año del inicio de la crisis, en este caso económica. Así, de los 884 enlaces que se materializaron en Ferrol, Eume y Ortegal por aquel entonces, la cifra fue cayendo progresivamente hasta los 652 de 2013.

 

Diferencias 

Alguno de los indicadores que ofrece el Instituto Galego de Estatística permiten comparar la situación de los municipios con diferencias de población elevadas. Es el caso de la tasa general de nupcialidad, que muestra el número de matrimonios por cada mil individuos de 15 o más años.


Así las cosas, los datos reflejan una caída en dicho índice tanto en Galicia como en Ferrolterra. 
Poniendo el foco en los datos de 2023, Mugardos fue la localidad con una tasa general de nupcialidad más baja (2,12), seguida de Ortigueira (2,33) y Valdoviño (2,4).

 

 

En la parte opuesta, liderando  este índice se situó Narón, con 5,27 enlaces por cada 1.000 habitantes , Cedeira con 4,38 y Ares con 4,35. Los tres municipios superaron la cifra gallega, que en 2023 se situó en los 3,76 enlaces.


Cabe destacar que el IGE no recoge las cifras de todos los municipios (como en el caso de Moeche, A Capela o Monfero). A este respecto, indica que “Non procede difundir os valores de comarcas ou concellos nos que é baixo o número de sucesos rexistrados”.

 

Edades

Otra de las cuestiones que se desprende de los datos recogidos por el IGE es la evolución de la edad de las parejas –en su primer matrimonio–. Así, en 2002 la media para los hombres era de 30,2 años y, para las mujeres, de 28,1. Poniendo el foco en los datos más recientes (2023), estos valores aumentaron hasta los 37,17 y 34,47, respectivamente, un incremento que puede asociarse a múltiples factores, como, por ejemplo, la búsqueda de estabilidad económica antes de formar una familia. 


Sin embargo, desde el sector de organización de eventos apuntan que esta dinámica está empezando a cambiar en los últimos tiempos. “Es cierto que las parejas que se casan cada vez son mayores, pero tanto el año pasado como este, la tendencia es a casarse más joven. No tanto como antiguamente, pero sí todavía en los veintipico”, afirma Felgar.

Edad boda

En cuanto a los motivos, sostiene que “hay gente que, en cuanto ya tiene un puesto fijo de trabajo, una estabilidad, quiere por ejemplo ser padre joven para disfrutar la vida ahora y volverla a disfrutar luego de mayor. Así no se verán con 60 años cuidando a un niño o una niña”.

 

Bajando la media

Un ejemplo de este cambio a la hora de esperar más o menos para dar el “sí, quiero” son Icía Cortabitarte (31 años) y Guillermo Chamorro (29), que enlazaron sus vidas de manera oficial el pasado 3 de agosto de 2024. “Creo que nos casamos para dar un paso más en nuestra relación. Es cierto que todo surgió un día de fiesta con nuestros amigos”, bromea la joven, “en el que aproveché para pedirle matrimonio, para contraer un pacto con testigos”.

Boda Icia Guillermo 2024
Enlace de Icía y Guillermo I Carlos Carballeira

Explica, además, que se trata de un trámite “del que siempre oías hablar a la generación de nuestros padres o nuestros abuelos: primero, tenías unos estudios. Luego conseguías un trabajo y después te casabas y tenías hijos. Una parte de ti no deja de pensar que es el camino a seguir”, comenta.


El amor, sostiene, y esa necesidad de “mostrarle al mundo que has encontrado a la persona con la que quieres compartir tu vida”, les ayudó también a tomar la decisión. “No deja de ser una fiesta para celebrar el amor con tu pareja y con toda la gente que te quiere”.


Afirma que los enlaces han cambiado mucho en los últimos años. “Desde que se casó mi abuela, luego mi madre y ahora yo, las bodas cada vez son más ostentosas, como que es necesario que la tuya sea mejor que las anteriores. Te mete mucha presión todo el mundo y, al final, los trámites más allá de los lugares de celebración, que tienes que escogerlos años vista, el resto los puedes solucionar dos o tres meses antes de la boda”.


Además, asevera que “aunque no esté mucho de acuerdo con esta cuestión”, pasar por el altar –ya sea por la Iglesia o por lo civil– aporta ciertos beneficios. “Estar casado te da más seguridad a nivel legal que una pareja que no lo esté. Te pongo un ejemplo: si estas hospitalizada, tu marido dispone de unos días de permiso en el trabajo para acompañarte”.


Pese a todo, sostiene que el paso definitivo se da “para tener un compromiso más fuerte con tu pareja. Y, además, si algo sale mal, por suerte existe el divorcio”.

 

Enlaces religiosos

El portal del IGE permite, asimismo, consultar otro tipo de cuestiones relacionadas con los matrimonios. Así, en cuanto al tipo de enlace, las cifras muestran un descenso muy acusado en el número de enlaces en Galicia por la Iglesia Católica, pasando de los 8.351 de 2002 a los 1.163.


Los civiles, sin embargo, no han dejado de aumentar en las últimas dos décadas, desde los 3.121 registrados hace 20 años a los 7.653 de 2023.  

 

“En la actualidad, una boda con una media de 100 invitados supera los 30.000 euros”

 

Entre los múltiples factores que pueden llevar a una pareja a tomar la decisión de dar el “sí, quiero” se encuentra el económico. Tal y como explican desde Algodón de Azúcar, el coste de una boda varía en función de muchos aspectos. 

 

“Obviamente depende del número de invitados, pero contando con una media de unos cien invitados, que más o menos es lo que se está llevando,  superaría los 30.000 euros. Está claro que siempre es posible hacerla por menos dinero, pero no es lo habitual”, comenta Chistell Felgar, al frente de la firma naronesa, que añade que la gente se fija mucho en “la comida, la decoración... La gente, para una vez que se casa, tira la casa por la ventana. Es cierto que ya no se hacen bodas de 50.000 euros en la zona, aunque alguna todavía hay. La media estaría en unos 34.000”, apunta la organizadora de eventos.

Boda Alba y Victor Jorge Meis 2018
Enlace de una pareja en 2018 I Jorge Meis

Con la primavera llamando a la puerta, en esta empresa se preparan ya para las celebraciones de 2025. “A día de hoy tengo cerradas 18 bodas. Más o menos me muevo en esas cifras cada año, con unas 20 o 22. Los datos pudieron bajar, pero la gente sigue apostando por casarse”, indican desde Algodón de Azúcar.

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