Cuatro de los parques eólicos que se proyectan para el área de Ferrolterra, concretamente los bautizados como Moeche, Badulaque, Tesouro y Santuario, todos ellos promovidos por Enel Green Power, obtuvieron ayer la autorización administrativa previa por parte del Ministerio de Transción Ecológica (Miteco). El Boletín Oficial del Estado (BOE) recogía ayer los documentos de las mencionadas instalaciones, donde se incluyen desde los trámites que se han realizado hasta este punto, hasta las consultas efectuadas y las modificaciones que la empresa deberá llevar a cabo para obtener el visto bueno definitivo.
En este sentido, desde algunos de los concellos afectados por los parques –Moeche, San Sadurniño, As Somozas, As Pontes, Valdoviño, Cerdido, Cedeira y A Capela– se ha mostrado disconformidad por las resoluciones, especialmente en lo tocante a las alegaciones, que aseveran que no se han tenido en cuenta, así como la falta de documentación.
A este respecto, la alcaldesa de Moeche, Beatriz Bascoy, censuró sobre las instalaciones que más afectan a su término municipal, con el que comparte nombre –también Badulaque, pero en menor medida–, que el documento recoge que el gobierno local no presentó alegaciones, lo cual no es correcto; y que no cuentan con información actualizada de las modificaciones. En este sentido, Bascoy critica el “escurantismo” de la propuesta, dado que no se ha detallado en el paso de quince a siete unidades, cuáles serían las que se eliminarían.
De igual modo, desde Valdoviño se denunció que no se emitió ninguna respuesta porque no se les preguntó nada, anticipando que llevaría “continuará presentandocantas alegacións sexan necesarias, e adoptará todas as medidas precisas dentro das súas competencias para tentar paralizar a tramitación do parque”.
En cuanto a las resoluciones en sí del Miteco, los documentos publicados en el BOE reflejan algunos de los cambios más significativos que tendrá que realizar el promotor para poder obtener la autorización final. En el caso de Moeche, por ejemplo, se apunta que dos de los aerogeneradores (M2 y M6) deberán ser eliminados “por no ser compatibles” con bienes de interés cultural como el castillo de la localidad o las casas de Tuiril y Loureiros. Lo mismo sucede con torres meteorológicas y líneas de evacuación, que deberán ser desplazadas o directamente eliminadas.
En el caso de Badulaque, una de las modificaciones más repetidas es la de supresión o reubicación de unidades de reserva por situarse cerca de la costa o de enclaves de alto valor natural y patrimonial, como el litoral de Valdoviño o el mirador de Monte. Por último, en el de Tesouro se establece la eliminación de numerosas unidades, tanto firmes como de reserva, “por esta dentro de una zona que reúne importantes valores ambientales y muy buen estado de conservación, que se verían comprometidos”.
Finalmente, en todos los casos se obliga, en la redacción definitiva de los proyectos, a que los aerogeneradores se encuentren a más de 500 metros de los núcleos poblacionales, además de realizar estudios de impacto sonoro –previos y en ejecución– para determinar su afectación a la salud.