Óscar y Patricia conocen el sector de las joyas y el oro, puesto que Patri trabajó mucho tiempo en la joyería que regentaban sus padres en la calle Lugo y de la que han rescatado el nombre para su negocio (Jaype, Castilla 139), y Óscar, a su vez, ha trabajado en varias compraventas  de oro. Aprovechando la coyuntura actual de máximos históricos en los precios del oro, apunta Patri, se decidieron a crear su propio negocio en el que quieren unificar los servicios de joyería y compraventa. 

El servicio de tasación de joyas es completamente gratuito y el cliente no está obligado a su venta.

 “Queremos ofrecer como una alternativa más para esa persona que está buscando un lugar de confianza y el mejor precio por la venta de sus joyas, ya que nuestra premisa es la satisfacción y convicción del cliente a la hora de trabajar con nosotros”, explica Patri. Cuentan con un servicio de taller que les permite ofrecer labores de mantenimiento, restauración, reparación y diseño-fabricación de joyas, indica Óscar, que apunta que cualquier persona “puede comprarse el anillo de diamantes o cualquier joya soñada o vender esas piezas de oro que tiene en casa y no usa para hacer frente a algún gasto imprevisto o darse un caprichito”. Para vender oro lo único que se necesita es llevar el DNI y lo hacen al momento.

 También ofrecen el servicio de empeño de joyas, muy necesario para gastos imprevistos y todo con la máxima discreción y transparencia, “valores muy respetados en nuestra política de empresa”, indica Óscar.

Destacan, además, que aunque es un negocio más orientado al tema del oro, también compran todo tipo de objetos de plata y tienen en la joyería una pequeña sección dedicada a la venta de joyas de dicho metal, fabricadas con mucho mimo.