Las obras de la segunda fase de la rehabilitación del muelle sur de la Estación Naval de A Graña –Esengra– que están en proceso de licitación permitirán la plena operatividad de la dársena según las exigencias de la OTAN.
La actuación se centrará en este muelle, pero también en el llamado de “obstrucciones”, aunque en este caso en menor medida. El objetivo es que, con estos trabajos, ambos estén preparados para ser utilizados como “atraque habitual” de buques de la Armada.
La intervención se centrará en dotar el muelle sur de varias mejoras. Así, se renovará la central número 8, el tendido de líneas eléctricas y el montaje de dos armarios de tomas que aumentarán las capacidades de la red de alimentación eléctrica a los buques atracados.
Por otro lado, se acometerá la conexión de las tomas de agua contraincendios a la red de la base. Para ello se ejecutará una conducción en tubería de polietileno que enlazará el arranque de la conexión existente en el muelle con el punto más cercano de la red de agua salada de la base. Habrá que habilitar, además, una red de saneamiento para permitir la descarga de aguas residuales de los buques atracados. Esta tendrá dos puntos de conexión y un pozo de bombeo que impulsará el vertido hasta el entronque con la red de saneamiento de la Esengra.
Tras la finalización de estos trabajos se procederá a renovar la totalidad del pavimento del muelle.
En cuanto a la dársena de obstrucciones, se instalará también un armario de tomas de corriente y se tenderán nuevas líneas desde la central número 6, situada en el interior del edificio que ocupa la Unidad de Buceo.
La rehabilitación de los dos muelles complementa una primera actuación que se desarrolló hace tres años, en 2021. Entonces se procedió a la reparación de los daños estructurales de la dársena, incluida la eliminación de las instalaciones obsoletas y la renovación del alumbrado exterior, suministro eléctrico, abastecimiento de agua y protección contra incendios, entre otras. Poco después se dotó al muelle de una red de comunicaciones.
La mayor parte de los cambios que se plantearon tenían un carácter provisional –la instalación eléctrica aumentará con las obras su potencia y capacidad, por ejemplo–. Es el caso de las infraestructuras de protección contra incendios (PCI), que en aquella primera actuación se optó por conectarla a la conducción de abastecimiento. Con esta actuación, tendrá su propia red. En lo que respecta al suministro eléctrico a 440V 60HZ y al saneamiento, las redes se construirán “ex novo”, pues no existen en la actualidad.
Las obras están estimadas en cerca de 900.000 euros, impuestos incluidos. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el día 25 de este mes de septiembre.