Augas de Galicia ha activado en la zona la alerta por sequía prolongada como una medida de prevención y también para realizar un seguimiento más exhaustivo de la situación. Además, recomienda a los municipios que tomen medidas, y así se ha hecho en algunos de ellos, que han empezado a restringir el uso de las duchas en las playas (en el caso de Valdoviño, por ejemplo) o que dan consejos a la población para que haga un uso racional de este recurso, en previsión de que pueda escasear.
La situación, a pesar de la alerta preventiva, es mejor que la que había el año pasado a esta misma altura, al menos en los embalses. En el de As Forcadas, que abastece a la ría de Ferrol, los últimos datos disponibles (del 14 de agosto, se publican cada martes) indican que esta masa de agua se encuentra al 80,15% de su capacidad (7,93 hectómetros cúbicos de 9,89 posibles). Está por encima de la media gallega para los embalses de abastecimiento (al 77,19%) y también supera el volumen que guardaba el año pasado a esta misma altura (que era del 76,20%).
La comparación con otros momentos de la última década, sin embarga, no es tan positiva. En el año 2021, a mediados de agosto, As Forcadas estaba casi lleno, al 97,81% de su capacidad y también en 2018 se rozaba el 100% (97,04%), así como en el 2014 (98,24%). Por lo general, en los últimos años se superaba el 90% o se estaba más cerca de esta cifra que del 80% actual, lo que da una idea de los motivos por los que se activan las alarmas, para lo que se tiene también en cuenta las precipitaciones previstas.
En el caso de los embalses de aprovechamiento eléctrico, en As Pontes, el de A Ribeira está actualmente al 66,59% y el del Eume al 84,20%, frente a los 61,07 y 76,80 del año pasado. También en este caso se supera la media gallega para este tipo de infraestructuras con destino industrial, que estaba este 14 de agosto en un 65,42%. l