Ferrol pertenece desde el pasado mes de diciembre a la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, un nombramiento que la Organización Mundial de la Salud comunicó entonces al Concello. Para llegar hasta ahí se ha recorrido un camino de meses, emprendido por el anterior gobierno y apoyado de forma unánime por la corporación, que se inició con la creación de un grupo motor con ocho mayores de 60 años y coordinado por el doctor Carlos Piñeiro. Se elaboró un diagnóstico cuantitativo de la situación socioeconómica en cada distrito y se formaron equipos que trabajaron sobre ocho áreas de interés: espacios al aire libre, transporte, vivienda, redes y apoyo social, empleo y participación, respeto e inclusión social, comunicación e información y servicios sociales y de salud.
Entrevistas a entidades del sector y una encuesta en la página web municipal ayudaron a plasmar cómo ven la ciudad quienes tienen más edad y qué aspectos habría que mejorar para desarrollar una vida autónoma y plena.
El documento final recoge más de cien medidas que los mayores de 60 reclaman, incluyendo aspectos sobre accesibilidad, el incremento de zonas verdes, la habilitación de aseos públicos o la seguridad vial. Mayor agilidad en la valoración de la dependencia, más horas de ayuda en el hogar, un buen transporte público, medidas que favorezcan el envejecimiento sin tener que dejar su hogar, la integración en el barrio, el fomento del voluntariado, la reducción de la brecha digital o el tenerlos en consideración a la hora de planificar la ciudad son otras de las múltiples propuestas que han salido de las reuniones.
Para llevarlas a cabo, la concejala de Política Social, Rosa Martínez, aseguraba ayer que se crearán “fichas de acción”. Una de las primeras medidas que se podrá cumplir será la creación de un Consello de Persoas Maiores.