La Cofradía de Dolores, la hermandad que cuenta con un mayor número de cofrades en Ferrol, distinguía este jueves al exalcalde de A Coruña y exembajador en la Santa Sede, Francisco Vázquez, y al empresario Ignacio Rivera, ambos coruñeses, con sus medallas de Oro, la máxima distinción que otorgan anualmente coincidiendo con el Jueves Santo, el día grande de una de sus imágenes titulares, el Santísimo Cristo de la Misericordia.
El presidente de Dolores, José Ángel Vázquez, destacó que ambos comparten los mismos “valores” que la hermandad, enumerando la “perseverancia” y la “tradición” en el caso de Hijos de Rivera, cuyo responsable tuvo que delegar la representación en José Antonio Castelo Ares, director adjunto de la corporación. Del exregidor coruñés, además de sus muchas distinciones, quiso resaltar una vida de “fe, devoción, compromiso y solidaridad”, agradeciendo a ambos que quisieran formar parte de la cofradía y que les acompañasen después en la procesión prevista para las 23.00, pero que finalmente no pudo salir debido al mal tiempo.
Ante el vicepresidente primero de la Xunta de Galicia, Diego Calvo; el alcalde ferrolano, José Manuel Rey Varela, y el Almirante Jefe del Arsenal, el vicealmirante Ignacio Frutos Ruiz, entre otras autoridades civiles y militares, Paco Vázquez empezó alabando a Rivera como “empresario ejemplar” y mecenas, confesando después que reunía frente al atril “muchas y muy diversas emociones íntimas”. Recordó que había sido pregonero de la Semana Santa ferrolana en 2009 y ello le sirvió para disertar y detenerse en los detalles de la que considera “una de las más bellas y longevas de España” y un “orgullo para todos los gallegos”.
Huyó Vázquez de exaltarla como una “atracción turística o una tradición festiva”, defendiendo por encima de todo que se trata de una “oración colectiva” que pone de manifiesto las raíces de la civilización cristiana. En el caso de la ciudad naval, esta condición, dijo, sirvió para que las gentes de la Marina y los astilleros forjasen procesiones y cofradías diversas, en sintonía con los gremios de comerciantes y artesanos de la Edad Media. Agradecido a Dolores por este “gran honor”, presumió de su condición de católico para aplaudir “una de las manifestaciones más notorias de la fe cristiana: oración, devoción y piedad religiosa”.
Antes de rematar su discurso con los versos que Lope de Vega dedicó a la Virgen de los Dolores, Vázquez constató que “libertades y derechos nacen de la moral cristiana” y reivindicó “los valores del catolicismo que aportan a nuestra identidad colectiva como nación, España, que debemos saber defender”.
Castelo Ares, al igual que Vázquez, prestó juramento antes de recibir la distinción y habló después en boca de Rivera, asegurando que considera este honor algo “muy querido y valorado”, sobre todo llegando desde Ferrol, un “lugar especial” con el que siente una “profunda conexión”.
Mencionó las visitas que el de Estrella Galicia hizo de niño a la ciudad junto a su padre, y la ilusión de estar al frente de un Racing “que tantas alegrías nos da”, comprometiéndose a seguir “contribuyendo a su desarrollo” y confesando que la empresa “persevera” para “lograr nuevas metas y seguir materializando un sueño”.