El patrullero de altura “Arnomendi” ha completado tras casi un mes en la mar su misión de vigilancia e inspección en una nueva campaña de recogida de bonito enmarcada en el plan de despliegue conjunto de la Secretaría General de Pesca de este año. 

El buque partió de la Estación Naval de A Graña el pasado 2 de septiembre, iniciando así un periodo de vigilancia en las regiones pesqueras en el Cantábrico y la costa gallega. “En este tiempo realizó el control específico de las pesquerías del bonito con artes tradicionales y arrastre pelágico, y de las actividades de pesqueros nacionales o internacionales para garantizar la aplicación de las medidas de conservación y control”, precisan desde la Armada.

El buque llevó a cabo el seguimiento y monitorización de la flota pesquera, realizando 31 inspecciones y 34 avistamientos, verificando el cumplimiento de la normativa. Para estas tareas ha embarcado un inspector de la Secretaría General de Pesca. 

Además, completaron estos cometidos con ejercicios internos de seguridad interior, sanidad, de comunicaciones, maniobras, y navegación para mantener el adiestramiento de la dotación, recalando en el puerto de Avilés para el relevo de inspectores, algo que se aprovechó para celebrar una jornada de puertas abiertas al público.