Pedro Ausín, presidente del Club Ciclista Ferrol, define como “muy positiva” la actuación ejecutada por el Puerto en esa parte de la ciudad y señala que “antes teníamos un carril bici en A Malata que no empezaba en ningún sitio y no terminaba en ningún sitio: no había continuidad y, por lo tanto, era muy difícil de utilizar”. Así, la reforma de la carretera Baja “nos viene muy bien a los que nos gusta desplazarnos en bicicleta”, aunque, matiza, “no deja de ser un trocito más. Por ejemplo, si tengo dos niños, ¿cómo llego hasta el puerto para iniciar ese carril bici?”.
Ausín considera, en ese sentido, que “hace falta más. Entiendo que los carriles bici son una infraestructura costosa y que hay que hacerla poco a poco, pero hay que avanzar en esa línea, con objetivos por año para poder unirlo todo, porque si vienes por el de Caranza, llegas a Esteiro y ahí se corta, no puedes seguir. Si va un adulto, pues puedes ir con cuidado por Irmandiños, pero con niños no puedes; de hecho, nadie va”.
Sobre el diseño de la infraestructura, el presidente del Club Ciclista Ferrol considera que es un acierto que esté “disgregado de las aceras y del tráfico rodado, es decir, es un carril bici perfecto, con todas las condiciones necesarias”, aunque cree que hay un “pero”, que es la parte de la pasarela peatonal del acceso norte. “A ver cómo se resuelve ese tramo porque las bicis no queremos –y, de hecho, no se puede– ir por la pasarela, y eso implica tener que bajarse y hacerla andando y eso nadie quiere hacerlo y, de hecho, muchos niños no pueden subir andando por ahí”.
“Creo”, propone Pedro Ausín, “que lo ideal sería un semáforo de paso en el que el ciclista pulsa un interruptor para pedir el paso, como hemos visto ya en otras ciudades, en las que funciona muy bien”.