El colegio y la asociación de ingenieros navales y oceánicos de España están preocupados por la escasez de profesionales en un sector con unas expectativas laborales y económicas muy interesantes. Se necesitan más y, por ello, están desarrollando un programa de difusión que llega este miércoles a Ferrol, en colaboración con la Concellería de Igualdade, Muller, Familia, Infancia e Multiculturalidade.
La mesa redonda, que comienza a las 18.45 horas en la Sala Carlos III de Exponav, reunirá a cinco mujeres con cargos de responsabilidad en Navantia Seanergies –Carla Chawla–, Seaplace –Caridad García–, Instituto Marítimo Español –Mercedes Pardo–, Iberia –María Antonia Gálvez– y Sermarine –Cinthia Gómez–. Modera la decana del COIN, Pilar Tejo.
¿Cuál es la finalidad de la jornada?
El presidente de la AINE, Jorge Dahl, y yo estamos en contacto con empresas del sector y ya nos venían alertando de la falta de ingenieros navales. Elaboramos un informe en el que se constata que hay un “gap” entre la oferta de titulados que salen todos los años de las cinco escuelas de España que imparten el máster habilitante y la demanda de los distintos ámbitos de actividad que están atrayendo y contratando ingenieros. Hoy en día, los sectores en los que los ingenieros navales desarrollan su profesión están en un momento especialmente bueno. Por una lado, los astilleros privados se han ido especializando en buques de alto contenido tecnológico, innovadores, con una posición destacada tanto a nivel europeo como internacional y una cartera de pedidos estupenda. Por otra, los astilleros públicos, como bien sabéis en Ferrol, también están en un momento muy bueno y, además, está despegando un sector que va a lanzarse de una manera importante en los próximos años, que es la eólica marina, como también conocéis ahí.
La eólica marina en España ya tiene una regulación.
Sí, se va a desarrollar la eólica flotante, donde los ingenieros navales son imprescindibles. Estas estructuras van a requerir que tanto en su diseño como en su construcción, implementación, operación y explotación posterior haya profesionales competentes. Este es, por lo tanto, un panorama de elevada demanda de profesionales. En el lado de la oferta, cada año, por razones de edad, hay muchos ingenieros que se están jubilando y los nuevos ingresos no son suficientes para cubrir esas salidas, por un lado, y el incremento de la demanda del sector industrial, por otro. En el colegio estamos trabajando en una serie de medidas para intentar que haya más jóvenes que se acerquen a esta ingeniería.
Desde Primaria es importante dar a conocer las oportunidades de la ingeniería, adaptándose a cada etapa
En este caso las mujeres tienen una problemática específica...
Exacto, luego está el panorama específico de las mujeres. Como sucede en otras ingenierías y, en general, en las carreras de ciencias, la presencia de mujeres es inferior a la de los hombres y, aunque ha ido mejorando en las últimas décadas –es una diferencia abismal en comparación con la época en que estudié yo–, muchas más podrían incorporarse. Por eso queremos generar más vocaciones entre las niñas y las adolescentes.
¿Cuál es la razón de que haya menos ingenieros?
Por una parte, un enorme desconocimiento de nuestra profesión y de todas las oportunidades que los ingenieros tienen en su vida profesional. Por otra, hay una cuestión demográfica y eso reduce la población universitaria. Y luego son carreras que requieren un esfuerzo muy importante y a nadie se nos oculta que las nuevas generaciones el esfuerzo no es la asignatura que mejor cursan. Además, hay un problema: como hay tanta demanda de profesionales, las empresas están contratando a los grados y hay muchos de estos que no quieren seguir para hacer el máster y otros que intentan compaginarlo con la vida laboral pero les resulta muy difícil y abandonan.
En la ingeniería en general y la naval en particular la dimensión social es igual o superior a la de carreras más sociales
¿Por qué las mujeres se decantan menos por las carreras científicas, y las ingenierías en particular?
Todo lo anterior es aplicable a las mujeres pero, además, parece que a las chicas las ciencias les atraen menos, aunque creo que eso es absurdo porque en los colegios las niñas en general tienen mejores notas. Y parece que las mujeres se enfocan más a carreras con una perspectiva social: enseñanza, medicina... Yo intento trasladar que en la ingeniería en general y en la naval en particular la dimensión social es igual o superior a la que pueden tener esas otras carreras. La ingeniería hace que la vida de las personas sea más confortable, ayuda al progreso de los ciudadanos y las sociedades y eleva la calidad de vida de las personas... Si ahora mismo nos podemos mover con rapidez, facilidad y seguridad es gracias a que hay infraestructuras y medios de transporte que lo permiten. Si podemos tener productos y bienes es gracias a que hay un transporte marítimo supereficiente que nos los trae desde cualquier parte del planeta. Muchas veces no somos conscientes, pero deberíamos ver que la ingeniería, en sus distintas vertientes, tiene una dimensión social clara y evidente.
¿Cree que es en los niveles educativos tempranos donde se debería hacer un esfuerzo más intenso, incidir más, para dar a conocer la ingeniería?
Sí, es fundamental. Creo que desde Primaria es importante darles a conocer estas oportunidades, adaptándose a las edades de cada etapa. Hay experiencias muy interesantes, pero hay que huir de la aridez y tratar de implicar a los niños y a las niñas para que les guste y les atraiga.