La piscina municipal del complejo Javier Gómez Noya de Caranza vuelve a cerrar sus puertas por un problema técnico
En esta ocasión se trata de  incidencias en el mecanismo que regula la renovación de agua del vaso. Como se explica desde el Concello, un informe de Esproade, empresa que se encarga de gestionar la instalación, aconseja cerrar la piscina, por lo que se tomó la decisión y las instalaciones se cerrarán hasta que se subsane esta insuficiencia técnica.

Desde el Concello se lamentan los perjuicios que pueda ocasionar esta medida a los clubes que emplean estas instalaciones y ya se está trabajando para poder poner una solución en el menor tiempo posible.

No es la primera vez que esta piscina sufre problemas de funcionamiento que obligan al cierre. De hecho, los altos niveles de CO2, averías en el climatizador o desprendimiento de chapas de la cubierta han ocasionado en numerosas ocasiones cierres de mayor o menor duración, que convierten estas instalaciones en un caballo de batalla de cada una de las corporaciones locales, sin que se haya puesto, hasta el momento, una solución definitiva al buen funcionamiento de la piscina municipal de Caranza, con numerosos usuarios.