La asamblea de trabajadores de Navantia Ferrol acordó ayer bloquear los accesos al astillero durante el fin de semana, tanto para el personal de la empresa pública como para el de las compañías auxiliares, como medida de presión para que la dirección del grupo naval “acelere” y ceda en algunos de los puntos en los que todavía hay una diferencia considerable entre las partes.
Con todo, la plantilla está moderadamente satisfecha con los avances de las últimas jornadas, fruto, sostienen desde el comité, de las movilizaciones de la última semana, con huelga desde el martes hasta el jueves.
Así, en el encuentro que tuvo lugar ayer en la zona del garaje de la factoría, los representantes en la comisión negociadora expusieron los aspectos sobre los que ya hay un principio de acuerdo: las promociones, los traslados o la jornada en Reparaciones, entre otras. Quedan, no obstante, algunos otros temas que deberán abordarse el martes y el miércoles, como la definición al detalle de las salidas –que se establecen a los 63 años con carácter general, aunque tiene sus excepciones–, la reducción de la jornada laboral, la recuperación de poder adquisitivo y pluses como el variable de los técnicos superiores o el de mando. Además, los sindicatos consideran que las condiciones del contrato-relevo, que se implementará a partir de ahora, “teñen que mellorar aínda”, sobre todo en lo que tiene que ver con las condiciones económicas.
La actividad de la factoría se parará, por lo tanto, el fin de semana. La asamblea así lo decidió mayoritariamente de entre las dos opciones que se plantearon, la de la mayoría sindical (MAS y CIG), que propuso cerrar los accesos e impedir el movimiento de bloques del programa de construcción de las fragatas F-110 mientras por parte de la empresa no se ofreciese ninguna mejora a las que hay por el momento, y la de la CGT, que optaba por parar la fabricación hasta la firma del convenio. La mayoría de la asamblea optó por la primera.
Desde el comité se confía en que, al menos el próximo martes, haya un avance significativo en los puntos que restan, pero piden a la dirección un esfuerzo para no dilatarlo mucho más y poder normalizar la situación en los centros de trabajo.