La última sesión plenaria del año  si bien fue mucho más corta de lo habitual –no se debatió moción alguna de los grupos municipales– contó con uno de los ingredientes que han hecho acto de presencia en los plenos de los últimos meses: las demandas laborales.
 

Trabajadores de la empresa Urbaser, que lleva a cabo el servicio de limpieza y recogida de basura de la ciudad, se concentraron en la plaza de Armas e intervinieron en el pleno, coincidiendo con al aprobación las facturas que mes tras mes se llevan a convalidación, ya que el contrato con la compañía hace años que no está en vigor.
 

Los trabajadores reclaman, además del contrato que mejoraría el servicio, que se reconozca el convenio laboral que tienen firmado, ya que hace cuatro años que tienen congelados sus salarios.
 

La demanda de una solución se hizo extensiva también por parte de los grupos de la oposición, si bien el equipo de gobierno no dio explicaciones públicas en el pleno y se limitó así a aprobar las facturas por los servicios prestados.
 

La responsable de Servizos, Ana Lamas, sí se acercó a la bancada en la que se encontraban los trabajadores para hablar con ellos y está prevista una reunión para abordar el tema.
 

También acudieron al pleno los trabajadores de la biblioteca central, que consiguieron que la corporación visionase un vídeo con la situación a la que se enfrentan.
 

Desde el próximo día 2 de enero, como ya indicaron en sus actos reivindicativos, solo se contará con cuatro trabajadores, por lo que los servicios no podrán prestarse en todo su horario habitual ni a diario.