El proyecto de “Abrir Ferrol ao Mar”, el más ambicioso, junto con el de la “Cidade do Deporte”, del presente mandato, traerá consigo cambios en todo el perímetro del muro del Arsenal en Irmandiños, no solo, aunque sobre todo, a nivel estético, con su sustitución por un murete de medio metro de alto coronado con reja –solución que está en la línea de la que ya existe entre Herrerías y el acceso principal a Navantia desde hace más de dos décadas–, sino también en lo que respecta a la ordenación del tráfico rodado y peatonal en el entorno.
La extensión del carril-bici y de la senda peatonal en esa vía conllevará, por lo tanto, modificaciones sustanciales que afectarán a los accesos al Arsenal. En estos momentos se encuentran operativas las tres puertas para el acceso de vehículos, la del Dique y la del Parque –que son las dos “históricas”– y también la llamada puerta de Enfermería, por situarse justamente al lado de este inmueble y, en el otro extremo, por la nave de bomberos.
Según las líneas maestras del plan director, será este el acceso principal al recinto militar. No es que en estos momentos no se esté utilizando, pues, de hecho, gran parte del flujo de coches de los trabajadores del Arsenal e incluso también de los camiones y furgones de las empresas contratistas que operan en su interior –en este último caso es una solución que comparte con la Puerta del Parque–, pero sí que pasará a ser la prioritaria, quedando los otros dos como accesos secundarios.
El hecho de centralizar en la puerta de Enfermería la entrada al Arsenal supondrá un mayor flujo de vehículos justo en el medio de Irmandiños y, en el momento de plantear las actuaciones necesarias para reordenar este tramo de la ciudad pegado al muro, existía cierta preocupación por los contratiempos –embotellamientos, atascos, etcétera– que podría provocar que fuese este acceso el que absorbiese prácticamente todo el tráfico rodado en las horas más frecuentes de entrada y salida al Arsenal.
En ese sentido, la solución que se plantea es la ampliación de ese acceso hasta una anchura de doce metros, es decir, más del triple que la que tiene actualmente, permitiendo de este modo hasta un cuádruple carril –dos en cada sentido, de entrada y salida– para agilizar al máximo el tráfico.
Este cambio requerirá asimismo ganar espacio en el interior. En estos momentos, el acceso tiene a un lado –entrando a la izquierda– el edificio de Enfermería, un inmueble de valor histórico que no se tocará. Al otro se localiza la nave de bomberos, una construcción alargada que se va a demoler para poder darle al acceso el ancho que contempla el plan director del proyecto “Abrir Ferrol ao mar”.
Esa parte, de hecho, ya está muy avanzada. Intendencia adjudicó el año pasado –en agosto se firmó el acuerdo– a Demoliciones Coruña estos trabajos por un importe de algo menos de 93.000 euros.
La Jefatura de Apoyo Logístico incluye esta actuación dentro de las “necesarias para la demolición de edificios que no cumplan con las normativas vigentes de seguridad y medio ambiente”, señala la memoria. La nave tiene la cubierta de amianto.