En pleno centro se alza una de las instituciones con más trayectoria dentro de la ciudad. Desde 1891 llevan dando un servicio básico a toda aquella parte de la población que tienen complicaciones para llegar a fin de mes.
Es cierto que los tiempos cambian, pero después de más de un siglo ellos siguen manteniendo sus valores. A pesar de ello, no tienen la misma capacidad económica que antaño y esto repercute directamente en las perspectivas del futuro de la organización.
Su presidente, Antonio Tostado, habla de cifras y a medida que los benefactores bajan, los gastos suben. “La media de edad de los socios es relativamente alta”, comenta, a sabiendas de que no se está dando un relevo generacional dentro de sus fieles y explica que las aportaciones de los asociados “son la principal fuente de ingresos”. Es más, estos son los incentivos que les permiten ser un organismo “independiente”, sin tener una necesidad imperante de ayuda por parte de las empresas privadas. Además, cabe destacar que estas donaciones son más irregulares y aquellas en especie están decreciendo.
En números, Tostado comenta que en los últimos años hay unos doscientos socios menos, lo que les deja con una retaguardia de 2.300 personas con cuotas que, en algunos casos, son de 15 euros al año.
Si uno echa cuentas –y a pesar de que la asociación tiene un buen colchón que, por ahora, le permite seguir funcionando con normalidad– el presupuesto tiene que ser suficiente para poder asistir a las 100 personas que acuden día a día al almuerzo así como a las 70 que son asiduos al servicio de las cenas, cifras que se mantienen desde 2017.
El pasado año, por ejemplo, la asociación sin ánimo de lucro cerró el balance con un diferencia negativa entre ingresos y gastos de 85.000 euros.
Desde la Cocina Económica recuerdan que sus puertas están completamente abiertas para todo tipo de aportaciones, que se pueden consultar en su propia página web. No solo les interesan aquellas en especie –en las que tienen una mayor necesidad de producto fresco como carne, embutidos, fruta o verdura– o monetarias, sino que también tienen oferta para todos aquellos que quieran ser parte del día a día de la entidad. En la actualidad, además de las seis personas que hay en plantilla, hay aproximadamente 40 voluntarios repartidos entre los servicios de almuerzo y cena. Los horarios son diversos ya que cada persona va un día a la semana durante uno de los turnos. Desde la asociación recuerdan que esta es una aportación libre y, siendo conscientes del frenesí vital actual, no dudan en adaptarse a los horarios laborales, académicos y personales de cada uno a la hora de asignar los turnos.
Además de poner en valor el patrimonio musical, el espíritu de Citania les lleva a “colaborar y dar presencia a asociaciones y entidades sin ánimo de lucro” y, en esta primera edición han decidido contar con el centro asistencial Cocina Económica.
Esta es una agrupación de tunas Veteranas y Cuarentunas ubicadas en el territorio del noroeste peninsular, extendiéndose hasta la región norte de Portugal.
Han decidio traer a Ferrol su primer encuentro, con el que buscan “preservar y divulgar la tradición musical y cultural de las Tunas Universitarias, potenciar la igualdad entre hombres y mujeres y favorecer la colaboración y presencia de entidades benéficas y de integración social a través de un circuito musical internacional no competitivo”.
El evento está programado para los próximos 13 y 14 de septiembre. El teatro Jofre será el encargado de albergar los conciertos de las diferentes agrupaciones y, pensando en la ayuda a la entidad que proporciona comida a las personas más vulnerables, han habilitado dos opciones dentro del evento.
El primero será la “Fila 0”, un guiño simbólico al mismo auditorio, que irá directamente a la cuenta bancaria de la Cocina Económica “para todas aquellas entidades y fundaciones, personas físicas o Pymes que quieran colaborar”, adelantan los músicos. Para ello, en el propio cartel del evento, se ha hecho público el número de cuenta en el que se puede hacer la donación.
La segunda opción será in situ. En el propio teatro se habilitará una urna, en el hall del espacio, para recoger donativos de todas las personas que asistan al concierto y cuya recaudación irá íntegra a la asociación.
De Galicia actuarán la Tuniña Veterana Gaia, Cuarentuna de Oro de A Coruña, Veterana Tuna de Farmacia de Santiago de Compostela, Tuna Universitaria de Ferrol y Tuna Veteranos de Medicina de Santiago de Compostela.
Desde Portugal vienen la Tuna Antiga Vimaraense (Guimaraes), Tuna Veterana da Universidade Portucalense (Oporto), Tuna Feminina Veterana do Minho (Braga), Tuna Veterana do Porto y la Quarentuna de Coímbra.