El concejal de Participación Cidadá, Organización Interna e Contratación, Javier Díaz, llevó ayer a dictamen en comisión el nuevo reglamento de organización del Concello con el que, explicó el edil, “cumprimos outro compromiso máis cos ferroláns, facer unha administración máis áxil e moderna a disposición dos veciños e coa finalidade de facilitarlles a realización de trámites”.

La creación de una comisión especial de sugerencias y reclamaciones, la posibilidad de crear comisiones informativas de estudio para hacer seguimiento a algunos asuntos o la regulación en los tiempos de los debates plenarios –exposición de cinco minutos en un primer turno y 2,5 en un segundo– serían algunas de las cuestiones recogidas en el nuevo reglamento.

Desde el BNG se han criticado precisamente estas restricciones de tiempo como una forma de “limitar o debate e a participación política e crear unha administración paralela lonxe do control do resto das organizacións políticas que conformamos a corporación municipal”. Rivas recordó que esta propuesta, planteada ya por  Irisarri como alcalde, “era entonces para el PP unha proposta para enchufar a dez persoas e supoñía restar participación á oposición e hoxe para Rey Varela é unha proposta aceptábel”.

También Ferrol en Común rechaza la limitación “da liberdade de expresión” reduciendo a dos las mociones por pleno y el control de las intervenciones. También rechaza que se necesiten dos concejales para constituir un grupo municipal.
Ninguna de las dos fuerzas políticas se muestran a favor tampoco de los nuevos puestos de trabajo que se contemplan “de dirección e que non teñen que ser funcionarios”, resalta el BNG, mientras que Ferrol en Común apunta, además, que “son innecesarios pois non veñen a dar solución ao escaso cadro de persoal que sofre o Concello”. 

Rivas matiza, además, que la propuesta se pretende hacer en base a un acuerdo del año 2004 que incluia a Ferrol a la Ley de Grandes Ciudades y sobre el que, dijo, “existen moitas dúbidas de que poida estar en vigor”.
Desde FeC se pide también que se incluyan en el reglamento  normas de lenguaje inclusivo y que se contemple el gallego como lengua de expresión en cualquier acto