La obra de humanización y accesibilidad que se está ejecutando en estos momentos en el frente portuario de Curuxeiras prescindirá de los antiguos raíles del tren –que se internan en el Arsenal a través del acceso de la residencia de La Cortina– por razones de seguridad.
La vía férrea ya se desinstaló hace unas semanas y en las últimas horas se ha iniciado la colocación de la base por la que discurrirá el carril-bici. Es precisamente el hecho de tratarse de esta infraestructura la que llevó a los técnicos a tomar la decisión de no conservar los raíles, pues el riesgo de accidente aumenta.
Sí se conservarán, sin embargo, los del otro lado de la carretera baja, es decir, los que discurren antes de desviarse hacia el muelle a la altura de la sede de la Autoridad Portuaria y pasan bajo el baluarte de San Xoán, es decir, por el lado en el que se habilitará la senda peatonal, donde el riesgo es mucho menor.
Las obras de la fachada marítima avanzan a buen ritmo y según los plazos previstos. El cierre antiguo ya está prácticamente en su totalidad levantado y en lo que respecta al aparcamiento norte, que ocupará el espacio de la vieja nave de Botamán, se prevé que la demolición comience la próxima semana.