Si en algo se caracteriza el área de Ferrolterra, además de su constante melancolía, es por saber reinventarse frente a la adversidad. Quizás sea por ello que, tras el enorme impacto económico provocado por la pandemia, sumado al cierre de dos de sus activos más potentes, la central de As Pontes y la fábrica de palas de Siemens Gamesa, la comarca ha sabido apostar por actividades alternativas de las que, en un futuro a medio y largo plazo, se verán sus frutos.
Precisamente si hay una actividad económica estratégica que se vio afectada por los dos ceses antes mencionados fue la del puerto de Ferrol, que vio como dos de sus tráficos más importantes desaparecían casi de la noche a la mañana. Es por ello que el que se podría llamar como el resurgir industrial de As Somozas, gracias a la apuesta de Nervión e IFFE Biotech por el municipio, tendrá un impacto tremebundo en los movimientos portuarios. Así, el primero de los casos, con una clara focalización en la eólica marina, es de sobra conocido, pero no así el segundo, que permitirá incrementar los tráficos de la Autoridad Portuaria en áreas como la mercancía general o los contenedores.
Tal y como apuntó IFFE Futura, empresa matriz de la promotora de la fábrica somocense de omega-3, una vez la planta entre en actividad producirá, con un 90% de su capacidad, unas 10.500 toneladas de este componente alimentario. Dada la demanda internacional de esta grasa poliinsaturada –principalmente en los mercados de Estados Unidos y Europa, aunque está ganando una gran tracción en Asia, especialmente en la región de la India, Bangladesh y Sri Lanka–, se anticipa que buena parte de la producción, si no la práctica totalidad, tenga salida internacional por el puerto exterior de Ferrol.
Puede que esta cifra no parezca tan elevada en términos absolutos, pero es importante señalar que a la misma habría que sumar las importaciones de materias primas para la creación del omega-3. Así, si bien desde la compañía aún no se han ofrecido cifras totales –salvo un acuerdo de 100 toneladas anuales de aceite de microalgas con la china ATK Biotech–, es previsible que los números de la producción lleguen a doblarse. En este sentido, IFFE señaló que el 85% del producto base para la fabricación del componente provendrá del aceite de pescado fabricado a base de anchoveta, una especie “sin valor para el consumo humano directo” pero rica en ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico, capturada en las costas de latinoamérica.
Del 15% restante, el 10% tiene su origen en cabezas de atún, que por el momento se importará de áreas como Vietnam, Marruecos o Islas Mauricio, aunque desde la firma se espera que en un futuro se pueda alcanzar un acuerdo con productores gallegos para generar sinergias con el sector a nivel autonómico. Finalmente, el otro 5% provendrá, como ya se dijo, del aceite de microalgas –que no se limitará, eso sí, al acuerdo con ATK–. En este caso se trata de una materia prima de gran importancia, dado que permite elaborar un omega-3 vegano, muy demandado en naciones como la India, con un alto porcentaje de población que sigue una dieta vegetariana.
Respecto a este nuevo tráfico, el presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, Francisco Barea, la calificó “como no podría ser de otro modo, de positiva”. “La puesta en marcha de la planta de Omega 3 supone sumar y la suma implica seguir avanzando. No sólo es positivo para el puerto, sino para Ferrol y todo el norte de Galicia”, sentenció Barea.
En este sentido, el máximo responsable del puerto apuntó que las instalaciones de la ciudad naval están preparadas “para sumir la actividad que precisa la planta”, incidiendo especialmente en las nuevas líneas de contenedores –principalmente la de X-Press Feeders, con salida a Asia y Estados Unidos– para la exportación de la producción de omega-3. Asimismo, desde el organismo también se puso en valor la capacidad de estos proyectos de cara a fortalecer las sinergias entre la industria y la actividad portuaria “que, al final, es lo que marca el desarrollo económico” del área de Ferrolterra.