Existen muchos oficios relacionados con la mar que tradicionalmente han sido desempeñado por mujeres. Entre ellos se podrían destacar los de rederas, empacadoras, sardineras, cargueras y bateleras. Desde al menos el siglo XVI hasta principios del siglo XX las bateleras fueron muy comunes en Bilbao y Pasajes. Ellas se ocupaban de transportar pasaje de orilla a orilla, mientras los hombres se hacían cargo de tareas de marinería mejor remuneradas.
Desde el siglo XVI hasta principios del XX las bateleras fueron comunes en Bilbao y Pasajes
Pero viajando hasta los planes de estudios de ingeniería, ya reglados, Matilde Santos Maza fue la primera mujer en iniciar los estudios de Ingeniería Naval en España, junto a 249 hombres, en la Escuela Superior de Ingenieros Navales de Madrid en el año 1965. De sus principales recuerdos de aquella época Matilde destaca la curiosidad de sus compañeros por ella (aunque ninguno llegó a hablarle el primer día, ni siquiera sus amigos), la falta de aseos femeninos en la escuela (lo que le obligaba a contar con un amable compañero que mantuviese el aseo de chicos libre para que pudiera acceder a él), sus problemas en las prácticas de soldadura (empuñando soplete o pinzas y electrodo y careta, con un maestro de taller entre estupefacto y divertido por tener en la clase a una chica), y como remate, que una vez finalizados sus estudios sólo consiguió una entrevista de trabajo. Ante tal desdicha final empezó trabajando en ensayos no destructivos y posteriormente decidió crear su propia empresa de inspección, la cual estuvo en funcionamiento hasta el año 1992. Actualmente está trabajando en la explotación de las energías renovables.
Mientras Matilde cursaba sus estudios fue adelantada por María Jesús Bobo de la Peña, quien fue la primera mujer en obtener en España el título de Ingeniera Naval, en la promoción de 1975/76. Ella como anécdota de su época de estudiante recuerda a un profesor de Química que cuando explicaba las disoluciones, se refería a la mayonesa y comentaba: “de esto saben mucho las señoritas ¿verdad?”, dirigiéndose a las pocas mujeres presentes en el aula. María Jesús en el año 1992 defendió su tesis doctoral titulada “Determinación del riesgo de excitación de vibraciones en el buque inducidas por el propulsor”. Además, trabajó en el Canal de Experiencias Hidrodinámicas del Pardo (CEHIPAR) y fue la investigadora principal en el Programa “MJ-3A” sobre predicción de potencia y velocidad en buques rápidos.
La ferrolana María del Carmen Tuñón Álvarez en 1974 se convirtió en la primera mujer en obtener el título de Ingeniero Técnico Naval en la Escuela Universitaria Politécnica de Ferrol. María del Carmen, hija y nieta de marinos, se matriculó junto a otras doce mujeres, pero todas abandonaron. Nada más finalizar sus estudios, y recién casada, empezó a trabajar en el departamento de Armamento Anticipado de Astano, astillero donde desarrolló toda su carrera profesional durante cuarenta años. Fue la primera mujer en ascender a analista jefe en un astillero importante español, y trabajó con el famoso nuevo ordenador IBM utilizado en los cálculos de botadura del gigante “Arteaga”.
Como casos contemporáneos del astillero de Ferrol, Navantia, podemos destacar a dos ingenieras navales: María Penedo y Carla Chawla. A la asturiana (pero formada en Ferrol) Carla Chawla Fidalgo, tras concluir una beca en la empresa Navantia en 2007, le ofrecieron formar parte de la plantilla, y aceptó el reto. Su primera experiencia profesional la convirtió en la Ingeniera de Garantía de una fragata Noruega, sirviendo de enlace entre su empresa y el cliente noruego durante ese periodo; y le siguió la dirección de varios proyectos. En la actualidad, Carla ha sido reclutada por la dirección de programas de eólica marina de Navantia Seanergies, y puede conciliar su vida profesional con su etapa de madre de unas mellizas.
La ferrolana y doctora en ingeniería naval María Penedo Baeza es responsable de la Sección de Seguridad de los Sistemas (Safety) en Navantia para Fragatas y Buques en Ferrol, y Autoridad Técnica de Safety de Navantia para todos los Buques de Superficie. Quizás sus viajes de niña en petroleros junto a su padre Jefe de Máquinas, o los barcos “Tente” que montaba con las piezas que este le traía, fueron los responsables de su amor por la construcción naval.
Eva Lago y Mari Carmen Ventureira, primeras aprendices en el taller de Bazán
Para finalizar, se debe destacar a Eva Lago y Mari Carmen Ventureira, quienes en 1979 se convirtieron en las primeras mujeres en ingresar como aprendices en el taller de la antigua Bazán en Ferrol. Recuerdan que fueron sus padres los que los animaron a presentarse a aprendices del astillero cuando Maricarmen estudiaba “peritaje” y Eva “administrativo”. Hubo un poco de polémica en la solicitud porque eran mujeres, pero al final las aceptaron.
Carmen comenzó como rectificadora y Eva como armadora, pero posteriormente ambas progresaron en su carrera en el astillero cuando finalizaron sus estudios de Ingeniería Técnica Naval (en el caso de Carmen) y los de Relaciones laborales y la licenciatura en Políticas (en el caso de Eva). Poco a poco dejaron de ser centro de atención con la incorporación paulatina de más mujeres en un gran ambiente de solidaridad y compañerismo.
*Raúl Villa Caro es doctor ingeniero naval, oficial de la Armada, capitán de marina mercante, y Secretario de la Fundación Exponav.