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domingo | 24 noviembre | 2024
El sector de la construcción es una de las áreas económicas más importantes de Ferrolterra, situándose entre la segunda y la tercera posición a nivel municipal dependiendo de la tradición industrial de la zona concreta. Es por ello que, al igual que los servicios, la pandemia de coronavirus tuvo en su desarrollo un impacto muy significativo que llevó a las diferentes administraciones a poner en marcha diferentes mecanismos para su recuperación a partir de 2021.
En el caso de la ciudad naval, esta vuelta a la normalidad, con excepción del año mencionado –que registró un incremento excepcional–, ha sido paulatina, como muestran los datos del último informe autonómico de licencias de construcción, correspondiente al mes de mayo y publicado a finales de semana. Así, el documento muestra que, durante el referido mes, en Ferrol se concedieron siete de estos permisos, dos más que durante el mismo período del ejercicio anterior, cuatro por encima de 2022 y uno respecto a 2021. En 2020, por otro lado, se registraron tres licencias.
Cabe recordar que, durante la sesión plenaria ordinaria del mes de abril, celebrada el día 25, la corporación municipal ferrolana aprobó la nueva ordenanza reguladora de títulos habilitantes urbanísticos. Esta normativa, que entró en vigor en mayo, tiene como objetivo modernizar la existente, agilizando la tramitación administrativa y, con ello, reduciendo a 30 días el plazo de concesión de estos permisos en caso de contar con la documentación requerida. Es importante puntualizar esto dado que, si bien se puso en funcionamiento en el mes del análisis, el cambio de modelo es demasiado reciente para haber supuesto un impacto significativo en las cifras de dicho período, por lo que sus efectos no se empezarán a hacer evidentes hasta los balances de junio o julio.
En cualquier caso, los buenos datos de Ferrol se vieron afectados a nivel comarcal, donde el mes de mayo fue mucho más lento que en anteriores ejercicios. En este sentido, de los tres territorios Ortegal y el entorno de la ciudad naval cerraron el período muy por detrás de la misma mensualidad de 2023, mientras que el Eume se mantuvo con una cifra idéntica –de 23 a 15 licencias en la comarca de Ferrol y de tres a una en la ortegana, mientras que la eumesa tuvo un permiso durante este mes en ambos ejercicios–. La comparativa con 2022, por otro lado, es mucho más positiva, dado que registró un mes de mayo notablemente lento salvo en el Eume, donde se constató una licencia más que en el presente, y en Ortegal, que tuvo la misma cifra. Ferrol, por su parte, tuvo cinco licencias menos.
A nivel intermensual, mayo fue más lento que abril en todos los territorios, aunque solo marginalmente, con un permiso más en el segundo en todos los casos –las comarcas eumesa y ortegana tramitaron dos cada una y la ferrolana 16–.
El notable descenso del área de Ferrol en su balance de licencias en mayo comparado con el ejercicio anterior se debió a la caída de estos permisos en buena parte de los términos municipales. Así, aunque Ferrol pasó de cinco a siete, en Narón se tramitaron la mitad que en 2023 –de seis a tres–, mientras que en Ares, Fene y Cedeira se pasó de dos en los primeros y tres en el tercero a ninguno en todos los casos. En Mugardos, por otro lado, se pasó de dos a uno, al tiempo que Valdoviño mantuvo su cifra de tres y Neda mejoró, pasando de ninguno a uno.
En el caso del Eume, la cifra se mantuvo pero cambió el ayuntamiento, de modo que en 2023 la licencia de obra se tramitó en As Pontes, mientras que en el presente ejercicio fue en Pontedeume. Ortegal, por otro lado, pasó de tres, dos en Cariño y una en Ortigueira, a tan solo una en Cerdido.
Por otro lado, en la comparativa intermensual de todo 2024 se puede observar que febrero fue el período con mayor actividad en el sector de la construcción. A nivel comarcal, Ferrol registró un total de 19 permisos, cuatro más que en mayo, mientras que en el territorio eumés se alcanzaron los cuatro –en Ortegal no se tramitó ninguno–. Así, la ciudad naval fue de los municipios con un mayor descenso relativo, pasando de diez a siete, aunque en el conjunto del territorio esta diferencia no se basa en una sola área. De esta forma, Ares, por ejemplo, pasó de tres a ninguno, mientras que en Valdoviño fue al contrario, de uno a tres.
