“No se puede ni pasar, esto parece una selva”. Así se expresaba ayer Óscar, un vecino de la unidad vecinal número 2 de Caranza, también conocida como “las rosas”, en relación con el estado del anfiteatro del barrio. Es una de las numerosas quejas recibidas durante los últimos días por la situación en la que se encuentra este espacio.
Así, los residentes de estas viviendas lamentan que desde el Concello se arreglasen el césped que rodea el anfiteatro, así como las zonas ajardinadas de los alrededores, como la calle Alcalde Quintanilla, pero no el lugar en sí. En este sentido, Óscar lamenta que el estado del firme impida el tránsito a la gente con carritos de bebé y de la compra o a personas que tienen movilidad reducida. Asimismo, este vecino señala que, para denunciar la situación, se publicaron numerosas fotografías en grupos del barrio de las redes sociales, sin conseguir una respuesta por parte del consistorio.
Sobre esta coyuntura se consultó a la Asociación de Vecinos Cuco Ruíz de Cortázar de Caranza, que señaló que no se trataba únicamente de un problema de esta unidad vecinal, sino de todo el barrio en general.
De este modo, la presidenta de la entidad, Mapi Rodríguez, explicó que no se trata de la hierba de las zonas verdes, que no es responsabilidad del servicio municipal de Parques e Xardíns, sino del chapeo, del que se encarga la empresa Urbaser. En este sentido, Rodríguez apuntó que es una situación que se está viviendo en toda la zona por la falta de efectivos de esta compañía dedicados al área, que a día de hoy se compone de una cuadrilla de dos operarios.
Estos trabajadores, detalló la presidenta siguen una ruta fijada por todo el barrio para realizar estas labores, pero al tener Caranza una extensión tan grande y una de las mayores concentraciones de zonas verdes de la ciudad naval, estas actuaciones no solo no son suficientes, sino que al poco de haberlas realizado vuelven a estar como al principio. Esta problemática, subraya Mapi Rodríguez, es una queja habitual de todos los vecinos y que ya se le ha trasladado a la Concellería de Servizos de Ferrol.
Otro punto que destaca la presidenta es que antes se empleaban herbicidas después de chapear, lo que evitaba que las plantas creciesen entre el firme, pero que, como ahora está prohibido, la única solución es aumentar la dotación de las cuadrillas –apuesta por grupos de entre cuatro y diez trabajadores de Parques e Xardíns y otros tantos de Urbaser–.
Por su parte, desde el Concello de Ferrol se reiteró que se trataba de una labor de Urbaser y no del servicio municipal, pero que se intentará abordar con la mayor brevedad posible.