El Servizo Galego de Saúde ha confirmado el primer caso de viruela del mono en el Área Sanitaria de Ferrol, una enfermedad que hasta ahora no tenía presencia en la zona. No se han facilitado datos personales sobre la persona afectada ni sobre su estado de salud actual. En general, se trata de una afección leve que se agrava en muy pocos casos.
Galicia ha notificado al Centro Nacional de Epidemiología un total de 83 positivos desde que comenzaron a documentarse en España, el pasado mayo, según el último informe publicado por el Sistema de Vigilancia (Sivies), con fecha del 12 de agosto. Es el 1,5% del total de todo el país, en donde ha habido 5.510 casos. En la actualidad no hay ninguna Comunidad Autónoma que no haya registrado alguno (la que menos, La Rioja, con cuatro).
El protocolo del Sergas para la atención de sospechosos indica la prueba cuando un cuadro de fiebre alta se acompaña de exantemas vesiculares o pustulares. Al paciente, si no necesita atención hospitalaria, se le indica que se aísle en su domicilio y use mascarilla. Las muestras se envían a los laboratorios de los centros hospitalarios de Santiago, A Coruña o Vigo para la realización de una PCR.
Los síntomas iniciales suelen incluir fiebre, dolor de cabeza, artralgia, linfadenopatías y cansancio. Entre uno y cinco días después aparece una erupción cutánea que suele surgir en la cara y se extiende después a otras partes del cuerpo. Estas evolucionan hasta que se convierten en costras y se caen. El período de incubación es de 6 a 16 días y los síntomas duran entre dos y cuatro semanas. En el origen de estos brotes las lesiones se localizaron en la zona genital y perioral en la mayoría de los casos. Las complicaciones pueden incluir infecciones bacterianas secundarias, bronconeumonía, sepsis, encefalitis e infección de la córnea con pérdida de visión.
La transmisión de persona a persona ocurre principalmente a través de grandes gotas respiratorias durante el contacto cara a cara directo y prolongado, explican en el protocolo del Sergas. Además, la viruela del mono se puede transmitir por contacto directo con lesiones cutáneas, fluidos corporales de una persona infectada u objetos contaminados (como ropa de cama o de vestir). También se ha detectado la transmisión de madre a hijo. En los casos registrados en las últimas semanas la transmisión sexual ha sido el origen más probable del contagio.