La operación “Centinela Gallego 2022”, de vigilancia de los montes de tres provincias de la Comunidad para prevenir y detectar incendios, concluyó el 1 de octubre después de un despliegue de mes y medio de duración. Abarcó 33 municipios en total. Las Fuerzas Armadas montaron un operativo integrado por 30 patrullas terrestres y medios aéreos no tripulados del Ejército de Tierra. De estas, 25 pertenecen a la Brilat, en Pontevedra, y cinco son del Tercio Norte de Infantería de Marina, con sede en Ferrol, que lleva ya años integrándose en esta misión, que se desarrolla en las semanas finales del verano.
Se desplegaron alrededor de 130 militares al día –participaron 350 en todo el operativo–, con 85 vehículos de diferentes modelos, según la información del Estado Mayor de la Defensa. En total, se recorrieron 320.000 kilómetros y se realizaron en torno a 5.600 patrullas, tanto de presencia en municipios como de vigilancia desde diferentes observatorios.
Los sistemas aéreos tripulados de forma remota (RPAS en sus siglas en inglés), una de las aportaciones tecnológicas más relevantes en esta misión, sumaron 11.000 minutos de vuelo.
Toda esta vigilancia implicó más de 80 avistamientos de incidentes que fueron notificados a la Xunta de Galicia. A través de los medios aéreos no tripulados se detectaron 28 problemas relacionados con el fuego, siete de ellos en Portugal, en zonas próximas a la frontera.
Las patrullas están en contacto con los centros de coordinación responsables de la lucha contraincendios autonómicos y provinciales, así como con las autoridades civiles. La operación tiene como objetivo vigilar pero también disuadir, con su presencia, a posibles incendiarios, “velando por la protección del patrimonio natural”, explican desde Defensa.