Teresa Vilariño es la responsable de representación de la delegación ferrolana de la Hermandad de Acción Católica (HOAC), una entidad cuyos orígenes se remontan a 1946 y que fue un ejemplo de solidaridad obrera en la lucha por la democracia. “Nuestro compromiso, el de los militantes, es con los más desfavorecidos”, apunta la delegada, explicando que ahora están integrados en el engranaje de Cáritas.
Destaca Teresa la labor de la HOAC en el barrio de Caranza, con un taller de promoción para familias gitanas; pero también en Canido, donde trabajan con migrantes. “Es fácil decir que ahora hay trabajo, pero no es verdad. Estos colectivos lo tienen mucho más difícil que los demás”, considera, avanzando que una de sus reivindicaciones del día de San Xiao será el “trabajo digno para una sociedad decente”.
Asimismo, reconoce que en la emotiva jornada que vivirán desde la HOAC tendrán recuerdos para las muchas personas que se han implicado durante estos años, vinculadas también a partidos políticos y, sobre todo, a sindicatos.
Desde sacerdotes como Vázquez Seijas, Gabriel Pita da Veiga o Cuco Ruiz de Cortázar al obispo Argalla, crucial en sus inicios, pasando también por seglares como Camilo Ces, María del Carmen Riobó, Ángel Leira y Patrocinio Nogales, iniciadores del movimiento a los que les recuerdan con cariño en esta entidad, estrechamente ligada al astillero y al mundo obrero en general. “Hablamos mucho de la Inteligencia Artificial, pero la pobreza está ahí, y cada vez hay más”, concluye Teresa.