Desde hace años, la búsqueda de la eficiencia energética ha sido uno de los principales objetivos de empresas y administraciones por dos motivos: el paulatino aumento de la preocupación social por el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad; y la reducción de costes ante el constante incremento de los costes eléctricos. Gracias a este nuevo paradigma, cada día son más municipios que llevan a cabo actuaciones, por ejemplo, de instalación de iluminación LED o de reforma de edificios públicos para hacerlos más eficientes.
En este contexto, el gobierno local de Ferrol puso en marcha un programa de ayudas gracias a un convenio con el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) –en el marco del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia del Gobieno central a través de los fondos Next Generation–, para subvencionar actuaciones en este ámbito tanto en residencias particulares como en vivienda social. En este sentido, las cuantías están dirigidas, en el caso de propietarios, a intervenciones en los barrios de A Magdalena, Ferrol Vello, A Graña, Esteiro Vello y Recimil –al ser las áreas con los inmuebles más antiguos de la urbe–.
Así, para facilitar la solicitud de estas cuantías, el Consistorio ferrolano ha puesto a disposición de los vecinos una guía práctica en la que se ofrecen todos los detalles de esta línea de ayudas. El documento, que puede descargarse de la web del Concello o bien recogerla en formato físico en el propio ayuntamiento, no se limita a ofrecer información concreta sobre las subvenciones, sino que incluso profundiza en conceptos como la propia eficiencia energética o la cuantificación del consumo.
Dejando a un margen los conceptos más básicos que se exponen en la guía, resulta muy interesante el apartado del cálculo de la eficiencia energética de un edificio y los pasos para mejorarla. El documento detalla, de este modo, que este proceso tiene que ser realizado por profesionales cualificados –como arquitectos o ingenieros–, que elaborará un estudio energético del inmueble en sí y, posteriormente, lo comparará con un “certificado simulado” de la situación del espacio una vez finalizase la intervención. Gracias a esto, se pueden estudiar las potenciales mejoras y que así los propietarios tomen “decisiones informadas” sobre qué trabajos hacer.
En cuanto a los pasos, el Concello detalla un dato importante del que los vecinos no suelen ser conscientes: la importancia de intervenir primero en las envolventes. En este sentido, la guía explica que la eficiencia energética se consigue entre otros modos, reduciendo la pérdida de calor por las paredes y ventanas. Así, se recomienda realizar esta clase de intervenciones antes, por ejemplo, de adquirir nuevos sistemas de calefacción más eficientes.
En lo referente a las ayudas en sí, la información sobre las mismas se encuentra en los dos siguientes apartados: el primero para abordarlas de una forma general y el segundo centrado en el proceso concreto para solicitarlas. De este modo, el documento explica que estas subvenciones se dirigen a obras de rehabilitación “que engloben obras de mellora enerxética” y actuaciones “imprescindibles” como aislamiento de fachadas u “opcionales”, como cambios de ventanas, cubiertas o calderas.
No se incluyen, asimismo, la instalación de sistemas de calefacción y refrigeración que utilicen energías fósiles, como gas o gasóleo. Las cuantías, que al igual que los requisitos se concretan en el siguiente apartado, dependerán de la línea de ayudas –en este sentido habla de subvenciones generales, no únicamente las del Concello– y las mismas se abonarán una vez finalicen los trabajos. Por último, este primer bloque de la guía se completa con un segmento sobre potenciales beneficios fiscales.
Respecto a las ayudas concretas para los vecinos de la ciudad naval, esta “folla de ruta” detalla que los requisitos, además de ser para viviendas ya existentes y habitadas en los barrios antes mencionados, pasan por lograr la reducción en un 30% del consumo de electricidad no renovable y la demanda energética en un 25%. Asimismo, es imprescindible que las intervenciones cuenten con la pertinente autorización administrativa; que estén “definidas” en un proyecto o memoria –dependiendo del alcance de las mismas–; deben contar con un estudio de gestión de residuos y, por último, en caso de que el edificio tenga amianto, tiene que retirarse.
Las cuantías, por otro lado, se cuantifican en base a si se trata de una edificación unifamiliar o una vivienda colectiva y del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem). De este modo, los porcentajes de las ayudas oscilarán entre el 40 y el 100%, con importes entre los 8.100 y los 29425 euros –la guía cuenta con una tabla sobre cada caso–. De igual forma, el Concello ha establecido una dotación extraordinaria de 1.000 euros para la retirada de amianto en las viviendas unifamiliares y de 12.000, ampliables, para edificios.
El último apartado de esta parte del documento se centra en los pasos que deben seguir los interesados y qué documentación tendrán que aportar. El capítulo final de la guía municipal, más reducido que los anteriores, muestra un caso práctico en la ciudad naval, así como una hoja de ruta del proceso, desde la toma de decisión hasta la obtención de la ayuda.