Enrique Suárez Díaz (Ferrol, 1970) asumió a principios de mes la jefatura del cuerpo municipal de bomberos, tomando el relevo de Aureliano “Chato” Bacelo. Ahora, tras dos semanas en este nuevo cargo, Diario de Ferrol aborda con este experimentado profesional los retos de su nuevo puesto y el futuro del servicio.
¿Cómo afronta esta nueva etapa como jefe del cuerpo de Bombeiros de Ferrol?
La verdad es que la afronto con mucha ilusión, con mucho trabajo por delante. Sé que va a ser una tarea difícil, pero bueno, también la llevo esperando toda mi vida laboral. Yo entré en el puesto de bombero con la intención de colaborar con la ciudadanía, pero tampoco he escondido nunca mis miras de poder ir ascendiendo poco a poco. La verdad es que la oportunidad que se me brinda ahora es el colofón a la carrera que llevo y bueno, tengo diez años por delante, que son los que me quedan para mi jubilación, que los cojo con mucha ilusión.
¿Qué retos presenta este puesto?
El reto principal es el que el parque de bomberos esté donde tenga que estar, es decir, hay que luchar para que mantenga una plantilla adecuada, acorde a la ciudad. Pelear, porque si el día de mañana vuelve a haber convenios, situaciones en las que podamos expandir nuestra actuación, que estemos preparados tanto en medios personales como materiales para enfrentarnos a esas situaciones.
Pero por otro lado, también destaco una muy importante que es la de la formación. No solamente la formación personal del cuerpo, sino aquella de cara a la ciudadanía. Es un aspecto muy importante porque desgraciadamente en las escuelas no se habla de esto, no se habla de cómo comportarse en caso de un incendio, no se habla de cómo hacer una llamada a un servicio de emergencia... y queremos hacerla llegar al ciudadano, no solamente a los niños y niñas, sino a los adolescentes, a las personas mayores, etcétera.
¿Qué fortalezas y debilidades tiene el cuerpo y como planea enfrentarlas?
En cuanto a las fortalezas, desde luego la profesionalidad de toda la plantilla. O sea, cuando entras en un cuerpo de bomberos entras como bombero, pero realmente tienes una trayectoria, un bagaje detrás. Dentro del cuerpo de bomberos, hay grandes deportistas que han sido de élite, hay arquitectos, hay ingenieros, hay abogados, hay licenciados en INEF... es decir, hay personas que tienen un bagaje detrás y que aportan toda esa experiencia dentro de lo que es su trabajo diario.
Debilidades, quizás la principal ahora es que estamos escasos de plantilla, pero bueno, está en vías de solución con esta nueva oposición que va a salir en breve y que hará que la RPT del Concello esté completa y podamos tener una plantilla que no haga falta que haga horas extras o reforzar tan a menudo los turnos de guardia.
¿Cómo avanza la negociación del nuevo convenio provincial?
La situación en la que está actualmente es la de un acuerdo. Recientemente tuvimos una reunión en la que participó el alcalde y en la que, con muy buen criterio, dijo que actualmente la plantilla de Bombeiros Ferrol estaba escasa, que iba a dar una prioridad absoluta a esas plazas para cubrir la RPT y en ese momento poder retomar las negociaciones. Ahora estamos a la espera de que se incorporen esos nuevos bomberos para poder, en caso de que se llegue a un acuerdo con el Consorcio Provincial de Extinción de Incendios de A Coruña y con la Xunta de Galicia, presentar de nuevo el convenio.
¿Qué riesgos tiene? Sinceramente, para Ferrol ninguno. Ferrol, por número de habitantes tiene que tener un servicio de bomberos y lo tiene. Estamos con una dotación personal mínima todos los días que se cumple. El problema son los ayuntamientos limítrofes eso depende de la Diputación y de la Xunta, que son los que tienen que garantizar la prestación de ese servicio. Para ello hay ciertos mecanismos. Nosotros a día de hoy no salimos de los límites del municipio a no ser que se active un plan de emergencia, por ejemplo el Platerga en un nivel 0-E, que es cuando un municipio no tiene plan de emergencia municipal o un nivel 1, cuando los medios que hay en una intervención no son suficientes.
¿Cree que la ciudadanía les valora o da por hecho el servicio?
Yo creo que siempre nos tienen en cuenta. Hoy, por ejemplo, me encontré con una vecina que nos dio las gracias porque el otro día en su edificio ayudamos a salir de un ascensor a una persona mayor porque se había quedado atrapada. Yo creo que somos un cuerpo reconocido. No somos sancionadores o correctores, así que el ciudadano nos tiene muy en cuenta. Pero bueno, siempre creo que podemos aportar más y eso es un poco el reto.
¿Qué situación o situaciones han marcado su carrera?
Si nos referimos a una situación externa, las Torres Gemelas. Es un evento que lo viví en directo y en el que vi a una serie de bomberos, de sanitarios, de policías... entrando en unas torres en las que probablemente algunos pensaban que no iban a salir de allí, como así fue, por desgracia. Ese evento me marcó muchísimo.
A nivel local, he vivido en mis propias carnes dos situaciones importantes: una, el incendio del buque escuela “Libertad” en el que ardieron 83 camas en un sótano -3. Fue un incendio muy complejo en el que tuvimos muchos peligros, incluso la propia escora del barco. Y luego la incertidumbre de la explosión de la fragata “Extremadura”, que también me tocó. Son dos buques, dos situaciones distintas pero parecidas y en las que hay que estar preparados porque Ferrol es una ciudad abierta al mar y vamos a tener siempre intervenciones de este tipo.
Y ya para terminar ¿Algún consejo para los vecinos?
Que se informen en páginas oficiales, que confíen en nosotros y que en general traten de, ante cualquier duda, preguntarnos sobre cualquier tipo de asunto relacionado con el mundo de los bomberos, desde la instalación de un detector portátil hasta los riesgos de tener un calentador o brasero en casa.