La obra del Palacio Municipal continúa dando que hablar, con sus partidarios y detractores. Ajena a polémicas, la actuación continúa con el objetivo marcado de mejorar la funcionalidad del edificio y acabar con las numerosas filtraciones de agua, que han llevado, además, a la eliminación de los pináculos y buhardillas, que caracterizaban el edificio.
Los trabajos de renovación de la cubierta del Concello se encuentran ahora en la zona del extremo próximo a la calle de la Tierra, tras haber concluido en el lado de la calle Rubalcava.
El alcalde, Ángel Mato, y el concejal de Urbanismo, Julián Reina, visitaron ayer este espacio de obra, una actuación que cuenta con un presupuesto de 562.650 euros que son sufragados por la Diputación provincial a través del Plan de Obras e Servizos POS+Adicional. Los trabajos discurren con normalidad, tras haber sufrido ya algunas ampliaciones en el plazo de conclusión de los mismos.
Además de la intervención en la cubierta del inmueble, continúan desarrollándose las labores de pintado, que se centran ahora en la torre central del reloj.
Paralelamente al pintado se está procediendo a la reparación de las juntas de la esfera del reloj, con el objetivo de evitar filtraciones. El nuevo color de la edificación alcanza ya un 75% del total del total del inmueble.
El alcalde, Ángel Mato, recordó que se trata de una actuación necesaria para garantizar la seguridad debido a los daños que sufría en la última planta y, una vez que haya concluido los trabajos “será máis funcional para todos”, aseguró el regidor, ya que se podrán aprovechar los espacios sin uso por el mal estado.