En la mañana de este jueves, 28 de diciembre, en la capilla de la Orden Tercera, a las doce del mediodía, tuvo lugar la ceremonia de entrega de premios y distinciones del concurso que lleva el nombre de Alfredo Martín, que se retomó este año y que contó con 19 personas inscritas en la categoría de nacimientos particulares y con diez en el apartado para entidades, en el que se incluyen cofradías, colegios, organizaciones sociales, asociaciones vecinales o parroquias. 

En el acto, además de los miembros del jurado, estuvieron presentes el concejal de Cultura, José Antonio Ponte Far; la presidenta del Centro Comercial Aberto Ferrol-A Magdalena, Paula Ramos, el director de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, Jesús Casás, y el director de Diario de Ferrol, Miguel Pampín.

Ponte Far aprovechó la ocasión para comprometer el apoyo municipal al concurso a partir de la próxima edición.

La organización ha tenido que rechazar peticiones de otros municipios (Fene, Neda o Pontedeume, entre ellas) porque, de momento, se ciñe a la zona de Ferrol. Sin embargo, pretende ampliar en el futuro el radio de actuación, siempre que se den pasos para consolidar el certamen. De hecho, aspira a que en próximas ediciones pueda hacerse cargo el Concello y así facilitar un voluntarioso trabajo que se complica si crece la participación.

El jurado, formado por Ana y Alfredo Martín –hijos del creador del histórico belén de la Orden Tercera– y por los belenistas Sebastián Ávila “Chano” y Justo "Tito" Lorenzo, empleó varios días en recorrer todos los nacimientos y ayer se reunió para emitir un veredicto complicado, en vista de la calidad y del cuidado y del entusiasmo aportado por los participantes.

En la categoría de belenes familiares y domésticos obtuvo el primer premio Carlos Casanova Rivas, “por su calidad artística y su veteranía, así como por el esfuerzo de abrir su belén al púbilco, contribuyendo a la afición belenística ferrolana”. En segundo lugar se sitúa el de Xairo Currás Porto, un belén de grandes dimensiones, con una calidad artística que crece cada año y al que le auguran “grandes éxitos en un futuro no lejano”. La tercera posición corresponde a Juan Garat Aldereguía, “quien, en un pequeño espacio, ha sabido crear un belén de esencia napolitana de cuidadas proporciones y gran detallismo”.

En la modalidad de asociaciones el vencedor ha sido el belén de la parroquia de San José Obrero, en Narón. Es un nacimiento de gran tamaño en el que “el público es guiado a través de un sistema explicativo de audio, sincronizado con un hermoso juego de luces, que ayuda a recorrer los pasajes bíblicos del nacimiento de Jesús”, explica el jurado. La segunda posición la ganó la Cofradía de la Merced, “cuyo grupo joven realiza cada año un esfuerzo de superación, ofreciendo un nacimiento de gran creatividad y calidad, con un sello personal propio”. El tercer lugar lo ocupa el colegio Lestonnac, con figuras elaboradas artesanalmente a ganchillo “que se integran en un conjunto armónico, dando como resultado un belén original y distinto”. También se otorgó un accésit al Grupo Joven de la Cofradía de Dolores.

A mayores, en vista de la calidad, se han dado varios accésits. El de la originalidad va a parar a Iván Talegón Balseiro; el de jóvenes promesas, a Ignacio Paz Pinto y Cristóbal Blanco Vidal; se premia la creatividad de Silvia Moure Barros y Antonio Hermida Díaz y también el espíritu navideño de Eugenia Castillo Álvarez. 

El jurado habla con pasión de un certamen que ha superado las expectativas. Justo “Tito” Lorenzo, impulsor del concurso en su primera edición, en 2018, tras la muerte de Alfredo Martín, y ahora también motor de esta segunda convocatoria, explica las características de los nacimientos que han visitado y también las historias que hay detrás de ellos. En las familias, la elaboración y montaje puede involucrar a varias generaciones y conlleva también traer a la memoria recuerdos queridos. Otras veces, las figuras y los ingenios para moverlas implican historias de superación personal o de especial habilidad por parte de los creadores. A eso se suma el gusto por los detalles, por la recreación más ajustada a nuestro belén imaginado o la más original en concepto y materiales, las dificultades técnicas o también la emoción que puede transmitir el misterio clásico. Por eso reconoce que la tarea de elegir a los tres premiados en cada categoría es muy difícil. 

Los belenes de los particulares quedan en su mayoría de puertas para adentro –aunque el de Carlos Casanova, está abierto al público en el número 20 de la calle San Francisco de seis a ocho de la tarde– pero los de las entidades pueden visitarse en su mayoría. Han participado los de las cofradías de las Angustias y la Merced y el Grupo Joven de Dolores, también la AVV de Canido, la parroquia San José Obrero, los colegios Lestonnac y Cristo Rey, la asociación Dignidad y el Hospital Juan Cardona.