Mientras el comité intercentros decide qué estrategia seguir a partir de ahora tras el rechazo al preacuerdo de convenio colectivo del pasado mes de diciembre, más de 300 trabajadores de Navantia Ferrol y Fene nacidos entre 1962 y 1965, es decir, que cumplen este año 60, 61, 62 y 63 años, esperan la aplicación del contrato relevo que figuraba entre las novedades del texto que cerró la mesa de negociación a principios de diciembre para acogerse a la jubilación parcial. Así, se establecía en 61 años la edad para entrar en esta vía que ya contempla la ley estatal para trabajos penosos o repetitivos. Para el resto, a los 62 y 63.
En estos momentos son 78 trabajadores de los astilleros de la ría (77 en Ferrol y uno en Fene) los nacidos en 1962, por 80 (79 más uno) en 1963; 82 (78 más cuatro) en 1964 y 92 (86 más seis) llegan a los sesenta años este 2025. En total, 332 empleados que ya han alcanzado un periodo mínimo de cotización de 35 años, que es otra de las condiciones que recoge el Estatuto de los Trabajadores para poder jubilarse parcialmente a través de este tipo de contrato.
Las últimas incorporaciones a los astilleros de la ría incluidas en el plan estratégico de la compañía para el periodo 2019-2022 se completaron en diciembre del año pasado –exceptuando las que están judicializadas y las que están en proceso, tres de ellas del ámbito sanitario, que cierran el plazo de presentación de solicitudes este miércoles–, si bien hace menos de un mes la Comisión Local de Formación e Emprego de la factoría anunció que se había acordado un programa de 97 nuevas incorporaciones.
El trabajo de la comisión se centra ahora en definir los perfiles que se cubrirán. Se trata, explicaron entonces, de un primer paso para dar respuesta “ás expectativas de xubilacións nos próximos anos”, aunque el objetivo es negociar un plan industrial que “garanta a incorporación nos próximos anos e permita recuperar o persoal perdido en anteriores saídas”.
La plantilla de Navantia en la ría estaba en diciembre por encima de las 1.700 personas.