Este domingo, las madrinas y padrinos deben pasarse por las pastelerías a cumplir con la tradición del Domingo de Pascua. Siempre que el chocolate esté presente, cualquier deseo del ahijado puede hacerse realidad gracias a las múltiples opciones que ofrecen tiendas y dulcerías. Desde el tradicional conejito de Pascua a los capuchones de Semana Santa, pasando por ositos, perros, coches y, como no, todo lo relacionado con el equipo local de fútbol tiene cabida en esta celebración, en la que el huevo es ya casi anecdótico.

De todos modos, el huevo de Pascua es el origen de la tradición y pequeños, medianos o gigantes, huecos y rellenos de regalitos continúan adornando escaparates, con vistosos envoltorios para atraer al comprador.
Junto a estos dulces de la pastelería de Elena Rubio –Gascón– que protagonizan los paseos de la calle Real, están también las monas de Pascua, esa especie de roscón que es típico del final de la Semana  Santa, aunque mucho más frecuente en Cataluña que en Galicia.

En todos los hornos hay alguna opción para este Domingo de Pascua que, según los entendidos, se regala en este día pero se debe degustar el Lunes de Pascua, festivo en Cataluña, pero también en ciudades como Ferrol, donde se celebra el Lunes de Chamorro, uniendo al chocolate, las rosquillas de la romería.