El avance de las obras de As Pías  no parece discurrir al ritmo deseado, al menos para los vecinos afectados por esta titánica actuación a la que todavía restaría más de un año de ejecución, según las previsiones iniciales.

La intervención que afecta ahora a la zona de Ultramar ha supuesto excavaciones que, con los temporales y las intensas lluvias de las últimas semanas, se han convertido en auténticas piscinas, pero nada agradables. Así, vecinos de la zona han denunciado que se ha transformado en un “lodazal”, que podría desembocar, además, en “caldo de cultivo de todo tipo de agentes infecciosos”, apunta un residente en la calle Sánchez Calviño, que ve desde su ventana la mezcla de agua y tierra de las pozas que generan las excavaciones.

Así, el tramo desde la calle Nueva hasta la Trinchera cuenta ahora con esos grandes desmontes que han ido acumulando este último mes grandes cantidades de agua. Además, los vecinos temen que se produzcan derrumbes, toda vez que aseguran que ya ha habido desprendimientos pero, afortunadamente, no hacia el lado de los edificios.
Asimismo, la magnitud de la obra hace prever que no se podrán cumplir los plazos finales y así, aseguran los vecinos de la zona, la obra lleva tres semanas parada.

Por otro lado, la actuación, que corre a cargo del Ministerio de Transporte, está pendiente de mejoras que ayudarían a paliar los inconvenientes vecinales y que el Concello se ha encargado de transmitir al Gobierno central, con el fin de que puedan ser contempladas.

La concejala de Urbanismo, Blanca García Olivares, ha realizado una visita a las obras de As Pías con la dirección de obra y esta misma mañana está previsto que se reúna nuevamente con los responsables de ejecutar los trabajos para exponer de nuevo las demandas del Concello, a las que no se ha dado ningún tipo de respuesta por parte del Ministerio.

Entre las peticiones del ejecutivo se encuentran modificación de aparcamientos, un bypass en Ultramar para facilitar el tránsito rodado, continuar la obra hasta la carretera de Castilla o la reutilización de la barandilla que ha sido eliminada. Aunque algunas de ellas se calificaron de “viables” en la visita a la obra realizada  a principios del pasado mes, todavía no hay contestación oficial.