Los fondos europeos Next Generation permitirán al gobierno autonómico afrontar en la ciudad naval una obra presupuestada en 3,75 millones de euros en el marco de las actuaciones previstas para fomentar la movilidad limpia en las ciudades.
La intervención permitirá, además, paliar en parte uno de los problemas que ya se está poniendo sobre la mesa en el barrio portuario como consecuencia de futuras peatonalizaciones de los viales centrales del casco viejo, la pérdida de plazas de estacionamiento en superficie. Si bien el cierre al tráfico del interior de Ferrol Vello ni supondría la pérdida de un amplio número de plazas, la construcción de la nueva bolsa de aparcamiento como resultado de la actuación de la Xunta en la zona sería una posibilidad más para aparcar, ya que dispondría de 61 nuevas plazas.
La parcela destinada a estacionamiento disuasorio se ubica en un espacio que hoy en día se destina a acopio de material y otros objetos, en la carretera baja del Puerto, con una superficie de 1.500 metros cuadrados.
La parcela se encuentra situada a 500 metros de la dársena de Curuxeiras y cuenta con acceso desde la carretera del Puerto.
La inversión prevista para adecuar este aparcamiento gira en torno a los 50.000 euros.
Pero el estacionamiento es solo una pequeña parte de la actuación de mayor envergadura que supone la ejecución de una senda peatonal y ciclista entre La Ranita y A Malata en colaboración con la Autoridad Portuaria, con la que se firmará un convenio, con el objetivo de mejorar la integración y la conexión del puerto en la trama urbana de la ciudad.
Con este fin, la Autoridad Portuaria trabaja en el desplazamiento del cierre actual de las instalaciones portuarias, ganando espacio para las personas e incrementando en el vial un carril bici.
Además, como actuación complementaria, se mejorará la accesibilidad actual, ya que ahora solo se dispone de accesos desde la dársena de Curuxeiras desde el paseo de A Malata y uno secundario desde el edifico Os Sauces.
Se plantean, de este modo, nuevos accesos desde la Casa del Mar –donde se habilitará también el primer albergue de peregrinos público– y desde la carretera Alta hacia la rotonda de entrada en el Puerto.