El conductor del vehículo siniestrado en Xove (Lugo), en el que fallecieron cuatro jóvenes y otro resultó herido, ha dado positivo en consumo en las pruebas de alcoholemia practicadas. La semana pasada, el Juzgado de instrucción número 2 de Viveiro, en funciones de guardia, abrió diligencias de sobre el siniestro y autorizó la remisión de muestras de sangre a un laboratorio.
Según ha informado este miércoles la Guardia Civil, que practica las primeras pesquisas del accidente para su remisión al juzgado, también procedió a investigar al otro ocupante superviviente (uno de los dos que llevaba el cinturón de seguridad puesto) por si ha cometido un delito de omisión del deber de socorro, "al haberse ausentado del lugar del siniestro sin socorrer a los otros ocupantes del vehículo ni demandar auxilio".
El accidente se produjo el 1 de abril en el kilómetro 1.100 de la LUP-2604. El conductor resultó herido de gravedad, por lo que fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Lucus Augusti, mientras que el otro superviviente, de 18 años, fue dado de alta a las pocas horas de ser atendido.
El delito investigado a este joven se encuentra tipificado en el artículo 195 del vigente Código Penal y puede acarrear una pena de multa de tres a doce meses.
Por otra parte, según ha informado la misma fuente, los investigadores ya disponen de los resultados de los análisis oficiales de las pruebas toxicológicas que se realizaron al conductor del vehículo, que dieron un resultado positivo en consumo de alcohol.
El accidente se produjo en una curva pronunciada en A Rigueira, en las proximidades de la urbanización Palmeiro, en Xove, y fue localizado por un vecino a las 9,40 horas del sábado, pero se estima que ocurrió varias horas antes. En el asfalto no quedaron señales de frenada del vehículo.
El juzgado número 2 de Viveiro solo practicó como diligencia, hasta el momento que haya trascendido, la petición de análisis de sangre del conductor en el laboratorio e indicó que estaba a la espera de la evolución del herido grave (que sigue en la UCI), puesto que actualmente no se le puede tomar declaración.
Los jóvenes, de entre 17 y 19 años, fueron enterrados el lunes 3 de abril. Este martes, con el regreso a las aulas tras las vacaciones de Semana Santa, tuvo lugar un acto de homenaje a los fallecidos y se establecieron los protocolos, incluidos equipos de sicólogos, para acompañar a los compañeros de las víctimas mortales.