El incendio de Pantón (Lugo), de 25 hectáreas, es el único que queda por extinguir en Galicia tras las lluvias registradas en las últimas horas y la extinción en las últimas horas del de Laza, que comenzó hace una semana en la parroquia de Camba y que se juntó con el declarado en el municipio de Chandrexa de Queixa.
El incendio de Pantón, parroquia de Frontón, iniciado el pasado martes, se encuentra estabilizado, según la última actualización de la Consellería de Medio Rural en la mañana de este miércoles.
Mientras, quedó extinguido en la noche del martes el incendio de Ribas de Sil (Lugo), parroquia de Torbeo, tras haber arrasado 47 hectáreas (27 de monte arbolado y 20 de monte raso).
Por su parte, se han quemado más de 8.100 hectáreas en lo que va de mes de agosto en Galicia. Esta cifra se suma a las más de 34.000 hectáreas que ardieron en la segunda quincena de julio.
El 12 de agosto, más de una semana después de que empezase en la parroquia de Cures, quedó extinguido el fuego de Boiro, en la comarca de O Barbanza (A Coruña). Las hectáreas arrasadas por este fuego forestal ascienden a 2.200, de las que 607 eran monte arbolado y las 1.593 restantes de monte raso.
El fuego de Boiro, que es el mayor de los registrados hasta ahora durante el mes de agosto en la comunidad gallega en lo que respecta a superficie afectada --aunque le sigue de cerca el de Laza--, provocó la activación de la alerta por proximidad a viviendas y desalojos, quemó el monte de A Curota y se extendió a los municipios de A Pobra do Caramiñal y Ribeira.
Otros fuegos extinguidos en agosto han sido: O Irixo (680 hectáreas), Verín (600 hectáreas), Caldas de Reis (450 hectáreas), Carballeda de Valdeorras (440 hectáreas) Ponte Caldelas (380 hectáreas), A Mezquita (224 hectáreas), Castrelo do Val (173,2 hectáreas), Maceda (120 hectáreas), As Pontes (dos fuegos de 109 y 60 hectáreas), Boborás (99,4 hectáreas), Riós (94,1 hectáreas), Oímbra (88,8 hectáreas), Arbo (82 hectáreas), A Gudiña (76,5 hectáreas).
La lista de los ya extinguidos en agosto se completa con: Calvos de Randín (50 hectáreas), Ponteareas (15,6 hectáreas), San Xoán de Río (8,2 hectáreas) y Ames (6 hectáreas).
Otro de los extinguidos más significativos fue el del municipio de Monfero (A Coruña), parroquia de Queixeiro, ya que puso en riesgo la reserva natural de las Fragas do Eume, si bien se apagó después de quemar solo 0,01 hectáreas de monte arbolado. También ardieron 0,21 hectáreas en Vilariño de Conso, con afectación al Parque Natural do Invernadeiro.