Una hija de emigrantes (Luz Casal), un mallorquín que se siente gallego (Juan Pardo) y un vigués internacional (Carlos Núñez) han sentido este 24 de julio en Galicia la admiración y agradecimiento hacia su música y arte al recibir en la Ciudad de la Cultura las Medallas de Oro 2023 de esta Comunidad.
"Las medallas entregadas hoy tienen una partitura musical que es gallega e internacional al mismo tiempo", avisó en este acto solmene, no en vano, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que reivindicó la concepción de "galleguidad que no entiende de fronteras" y el buen hacer de una comunidad que sin ser muy grande ni estar muy habitada tiene una proyección universal tan "inmensa" como también "intensa".
"Saber cantar no basta, hay que saber transmitir las emociones", y hacerlo bien, pues es la auténtica y efectiva manera de activar "los mejores sentimientos de los seres humanos".
De Pardo, criado en Ferrol, ha ensalzado Rueda su "lírica intensísima" y ha recordado cómo Anduriña "emocionó al propio Picasso" al recordar sus años en A Coruña; de Núñez ha destacado que "nada se le resista", ni siquiera los estilos aparentemente alejados pero que él es capaz de hermanar; y de Casal ha contado cómo hasta Francia se rinde a su elegancia, al recibir este mismo año el título de comendadora de las Artes y las Letras.
Galicia es una comunidad "armoniosa" y "afinada" que "suena bien", "hoy mejor que nunca", ha celebrado Rueda en esta gala, que comenzó puntual, duró menos de una hora y concluyó con una versión acústica del himno a dos guitarras.
El primero de los homenajeados en hablar fue Juan Pardo, alejado voluntariamente de la vida social y los escenarios, de ahí que hoy su presencia haya sido tan celebrada.
Al público presente se ha dirigido para comentar su más de media vida dedicado a la música, como cantante, compositor y en lugar de "productor", una acepción que ha confesado no gustarle, "encaminador de nuevos talentos", los de esa gente que a él "le movía el corazón".
Ha dicho que Galicia es una palabra que sigue en su boca y que en esta víspera de su día grande esa tierra tiene en la suya su nombre.
"Muy, muy agradecido", ha resumido, verbalmente y con el gesto de un abrazo grupal, antes de recitar el fragmento del poema 'Meu carriño' de Ramón Cabanillas. "Roda meu carriño roda, pola meiga terra nosa, que a miña ialma saudosa, lonxe dela non se afai'.
Pardo, afincado en Madrid, ha compartido que este instrumento de trabajo le hace pensar en la aldea, sobre todo a alguien que, como es su caso, vivió tanto tiempo en Remesar, en A Estrada, un lugar al que llegó a dedicar Campos de Remesar.
Núñez, el segundo en hablar, ha prometido llevar esa alma gallega por el mundo y ha querido que en lugar de él hablase la gaita, su instrumento "más querido" y el "símbolo musical" por antonomasia de Galicia.
Casal, la última, se ha mostrado feliz de compartir este acto con dos personas a las que admira, a Carlos Núñez, al que ha recordado las colaboraciones entre ambos, y a Juan Pardo, que tanto la ayudó cuando ella llegó a la capital española, como "una ambiciosa mujercita".
Ha explicado Luz, que ha leído su escrito en gallego y se ha disculpado por no tener la soltura necesaria para no mirar un papel, que sus padres se sintieron muchas veces huérfanos, ni de aquí ni de allá, pero si un día tan señalado como este lunes estuviesen presentes ha asegurado que esas sensaciones que experimentaron cuando se fueron a Asturias dejando todo atrás se verían "compensadas".
Así, ha agradecido la distinción tanto a su familia como a su cuna, Boimorto, el municipio coruñés que los suyos tuvieron que dejar atrás y donde ella ha creado un festival con carácter solidario, cita imprescindible de cada verano.
Alfonso Rueda ha citado un poema de Manuel María en el que éste explicaba que 'Galicia é o que vemos, a terra, o mar, o vento... ¡Pero hai outra Galicia que vai no sentimento!' y que es la que se ha visto en esta ceremonia de inicio a fin.