Tras el atípico Año Xacobeo 2021, marcado irremediablemente por la pandemia, llega el de 2022, que comienza del mismo modo, con la variante ómicrom alterando la vida social, pero con un punto de partida: el escenario, la Catedral, y el maestro de ceremonias, el gaiteiro Carlos Núñez.
El templo que corona la Plaza del Obradoiro volverá a vestirse de gala en la tarde de este 31 de diciembre para, por primera vez en su historia tras un año Xacobeo, no cerrar la Puerta Santa sino dejarla abierta otros 365 días gracias a la decisión de la Santa Sede que autorizó la prolongación del Año Santo 2021 durante todo el año 2022 por las circunstancias excepcionales a causa de la pandemia de covid-19.
Por ello, en esta ocasión no habrá el tradicional acto de apertura solemne de la Puerta Santa pero sí un espectáculo para conmemorar que hace un año el nuncio apostólico para España, Bernardito Auza, se desplazó a Santiago para dar el gran anuncio en el que muchos gallegos confían para la recuperación económica de la comunidad: el Xacobeo ampliado por la covid hasta el año 2022.
De todos modos, el acto que se celebrará en la Praza da Quintana en la tarde del viernes hará que la Puerta Santa vuelva a ser la protagonista de esta bienvenida a la segunda parte del Xacobeo, concebido como un acto de transición entre los dos Años Santos.
Habrá un espectáculo audiovisual, se iluminará la fachada de la Quintana y la Puerta Santa, recordándole así a los peregrinos que el Xacobeo continuará a lo largo del próximo año y que tendrán una nueva oportunidad para visitar la tumba del Apóstol en la Catedral de Santiago y conseguir la indulgencia plenaria o el perdón de todos los pecados.
La gala estará conducida por Carlos Núñez, que interpretará tres temas musicales, el primero de ellos acompañado por el músico gallego Xabier Díaz, como antesala del espectáculo audiovisual con el que se iluminará la fachada de la Quintana con luz y color.
Esta celebración también servirá para dar la despedida a un año que superó las expectativas marcadas en cuanto a la llegada de peregrinos al Obradoiro, que recibió a 183.000 personas que llegaron a los pies de la catedral después de recorrer al menos los 100 kilómetros preceptivos.
La llegada de los caminantes a Santiago fue paulatina, con un inicio de año muy complicado pero que fue mejorando al acelerarse el ritmo de vacunación, a lo que se sumaron los buenos datos del verano tras un inmenso esfuerzo para dibujar el Camino de Santiago como un destino seguro.
Pero las expectativas se frenaron en el último tramo del año, tras la aparición de la variante ómicron, de modo que, pese a recibir un número nada despreciable de peregrinos, éste queda muy lejos de las aspiraciones marcadas antes de la aparición de la covid-19.
Las restricciones de movilidad nacionales e internacionales, el cierre de fronteras, los períodos de confinamiento, las nuevas restricciones impuestas a los negocios -en especial a la hostelería y restauración-, la crisis económica, el miedo y la incertidumbre impidieron que Galicia consiguiera, como pretendía, pulverizar las cifras del Xacobeo anterior, el de 2010, cuando llegaron a Compostela más de 270 mil peregrinos.
Existe ahora la esperanza de que 2022 sea el año fin de la pandemia para poder alcanzar las cifras ansiadas.
La Xunta de Galicia ya ha anunciado que pondrá todo su empeño en ello e invertirá en el segundo año del doble Xacobeo 21-22 hasta 85,8 millones de euros para seguir en la senda de recuperación del turismo y “para celebrar el Año Santo que Galicia merece”.
La Iglesia compostelana y el Gobierno gallego también tienen la confianza de que 2022 sea el año en el que el Papa Francisco visite la ciudad en el marco del Xacobeo, lo que podría suponer un importante impulso para el Camino de Santiago como sucedió en anteriores Años Santos, como en 1982 cuando la visita de Juan Pablo II significó un antes y un después en la peregrinación compostelana.
Con todo, los cálculos y previsiones se realizan desde un prisma de incertidumbre porque la pandemia de la covid-19 ha tenido un enorme impacto a nivel mundial y el Camino de Santiago, como fenómeno global que es, no ha escapado a sus efectos en tanto que incluso ha cambiado el perfil mayoritario de peregrinos.
Un estudio realizado por la Universidad de Santiago (USC) señala que antes de la pandemia el turismo extranjero representaba el 57,9 por ciento del total, mientras que este año este porcentaje descendió hasta el 30 por ciento, dando más peso así a la llegada del turismo español que este 2021 ha sido el mayoritario en la capital gallega.
Con 2022 empieza un nuevo año y un nuevo Xacobeo en el que la situación sanitaria será crucial para el Camino y sus peregrinos.