En el número 10 de la calle Plaza de A Coruña, cerca del Mercado de San Agustín, se encuentra un lugar que transporta directamente a México con solo echar un vistazo a su escaparate. Se trata de La Patrona, un proyecto llevado a cabo por tres socios: Lucía Jiménez, Ferrán Cabrera y Lola Ballesteros.
La Patrona no es solo una tienda de alimentación, es un santuario de la cultura mexicana que ofrece una amplia gama de productos que van desde alimentos y bebidas hasta dulces típicos. Además de abastecer al público en general, también suministran a diversos establecimientos hosteleros de la ciudad, no limitándose únicamente a restaurantes mexicanos, ya que los ingredientes de la cocina mexicana son cada vez más populares en todo tipo de cocinas. Ofrecen una amplia variedad de productos, incluyendo salsas preparadas, chiles, condimentos, cervezas artesanales mexicanas, refrescos y destilados como el tequila y el mezcal.
La Patrona es un espacio dinámico que ofrece una amplia gama de actividades relacionadas con la cultura mexicana, como catas, degustaciones y talleres. Estos talleres van desde la preparación de clásicos mexicanos como las micheladas hasta la pintura de cuadros inspirados en iconos mexicanos como Frida Kahlo, todo mientras se disfruta de una margarita y un delicioso guacamole.
“Hacemos muchísimas actividades tanto en el local como fuera. Ahora nos estamos planteando hacer alguna para niños, porque sí que hay peticiones por parte de los papás. Este fin de semana tenemos un taller nuevo: pintar un cuadro de Frida Kahlo con una chica que es artista. Mientras pintas te podrás tomar una margarita y comerte un guacamole. Esta es la primera vez que vamos a hacer esta actividad, pero está teniendo mucha acogida y esperamos repetirla”, afirman los socios de La Patrona.
Desde su apertura en mayo del año pasado, La Patrona ha experimentado un crecimiento constante y una afluencia de clientes fieles que vuelven a la tienda para repetir la experiencia y comprar sus productos favoritos. “Tenemos mucha rotación de mercancía porque hay mucha venta. Si alguien quiere algún producto que en ese momento no lo tenemos, se lo conseguimos y en una semana, como mucho, lo tenemos en la tienda”, destacan.
El ambiente está diseñado para trasladar a los clientes a San Miguel de Allende, un rincón de México que sirve como inspiración para todo el local.