La Semana Santa en Ferrol sabe a dulce

La Semana Santa en Ferrol sabe a dulce
Una de las monas de Pascua elaboradas por la confitería París de Ferrol

La Semana Santa ferrolana es mucho más que bacalao con coliflor. En la ciudad departamental, esta festividad evoca sabores más golosos y parte de la dulce culpa la tienen sus reposteros. Uno de ellos es Pedro García Espasandín, encargado de la confitería Gascón, ubicada en la carretera de Castilla número 12.


Así, dulces como las torrijas o las monas de Pascua desplazan durante siete días a la repostería tradicional. En el obrador de García Espasandín se venden como churros las monas, un bizcocho relleno con cobertura de chocolate que destaca por su decoración, en la que priman los adornos infantiles.



Pero, como puede leerse en las redes sociales de la pastelería, los postres más solicitados durante la Semana Santa  son “las torrijas y, por supuesto, los roscones de Pascua” elaborados, con mimo, por Pedro García.



Y no es para menos. Al pararse a mirar su llamativo escaparate es complicado no caer en la tentación de comprar uno de sus roscones de Pascua, da igual si eres un cliente fijo o no, todos quieren algo dulce que llevarse a la boca.


La misma suerte corren los ferrolanos que pasean cerca de la confitería París, localizada en la calle Dolores 68. El obrador regido por César Varela ha decorado su escaparate con llamativas monas y graciosos capuchones de chocolate. Una estrategia que le ha funcionado a las mil maravillas. En la pastelería de Varela el teléfono no para de sonar. Todos quieren llevarse a casa una mona de Pascua para tener un detalle con los más pequeños, sabedores de que estas obras de arte efímero, que tanta pena da comerse pero que tan bien saben, solo pueden adquirise bajo encargo.




La Semana Santa en Ferrol sabe a dulce

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