El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, consideró hoy que su visita a China ha sido "un paso positivo" en el objetivo de gestionar "de forma responsable" la relación bilateral, aunque "ni mucho menos" ha solucionado de golpe los problemas y desacuerdos entre las dos potencias.
"Estaba claro que la relación se encontraba en un punto de inestabilidad y ambas partes reconocíamos que había que estabilizarla", señaló el jefe de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa en Pekín al término de su viaje de dos días.
Blinken confió en que, en adelante, exista mejor comunicación entre Pekín y Washington: "esto no va a solucionar de golpe todos los problemas o desacuerdos que existen entre nosotros, pero ambos coincidimos en que es crítico gestionar la relación con responsabilidad", afirmó.