El volcán de Fuego, uno de los tres activos de Guatemala, ha entrado nuevamente en erupción tras un incremento de su actividad durante los últimos días, según ha confirmado el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (INSIVUMEH).
"El volcán de Fuego presentó un incremento en su actividad y en los últimos minutos ha entrado en una fase de erupción", ha dicho a través de su cuenta en la red social Twitter, antes de detallar que "en el cráter se observan constantes explosiones débiles, moderadas y fuertes".
Así, ha apuntado a la existencia de "una fuente incandescente de 400 metros de altura" y ha agregado que "la columna de ceniza alcanza los 5.000 metros sobre el nivel del mar, dispersándose 30 kilómetros al oeste y noroeste".
"En la barranca Ceniza el flujo de lava se mantiene con una longitud de 800 metros y en el frente del mismo se generan constantes avalanchas que llegan hasta la orilla de la vegetación", ha explicado, al tiempo que ha apuntado que "la erupción es mayormente efusiva, acompañada de pulsos incandescentes de la fuente de lava".
"Esta también puede generar nuevos flojos de lava hacia más barrancas, así como producir explosiones violentas cargadas de ceniza y que genere flujos piroclásticos principalmente hacia las barrancas Ceniza, Las Lajas y Seca, así como cualquiera de las otras barrancas del volcán de Fuego".
Por ello, el organismo ha recalcado que "no se debe permanecer cerca ni dentro de las barrancas del volcán" y ha advertido de que "debido a la dirección del viento se puede registrar caída de ceniza al noroeste del volcán, en comunidades de los municipios de Acatenango, Yepocapa y Patzicia".
Las autoridades guatemaltecas no se han pronunciado por ahora sobre posibles víctimas. En junio de 2018, una potente erupción provocó una avalancha que arrasó la comunidad de San Miguel Los Lotes y parte de una carretera en el poblado vecino de Alotenango, dejando 215 muertos y cientos de desaparecidos.