Los dirigentes de las principales instituciones de la Unión Europea (UE) celebraron este domingo la entrada parcial de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen de libre circulación de personas y mercancías, con la eliminación a partir de hoy de los controles en los desplazamientos internos por aire y mar, pero todavía no en las fronteras terrestres.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, vaticinó que con este paso "el espacio Schengen será aún más fuerte" y aseguró en la red social X que la adhesión parcial de Rumanía y Bulgaria "es un gran éxito para los ciudadanos de ambos países" y "también beneficia a millones de ciudadanos de la UE en toda Europa".
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, afirmó que este domingo es "un día histórico para la gente de Rumanía y Bulgaria y para todos los europeos" y apostó por "seguir avanzando juntos por una Europa unida, segura y más protegida", en un mensaje publicado a través de la red social X.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, destacó también en X que la entrada de estos dos nuevos países al espacio Schengen "impulsará los viajes, el comercio y el turismo" y "reforzará aún más el mercado interior de la UE".
La Comisión Europea quiere que a lo largo de 2024 los países de la UE fijen la fecha en la que se eliminarán los controles en las fronteras terrestres de Rumanía y Bulgaria con el resto de Estados miembros de Schengen, para completar así la plena integración de Bucarest y Sofía en esta zona de libre circulación.
"La Comisión Europea prestará todo el apoyo necesario a la presidencia del Consejo (el órgano que representa a los países de la UE) para garantizar que se pueda tomar una decisión sobre las fronteras terrestres en 2024", aseguró el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
La entrada gradual de Rumanía y Bulgaria al espacio Schengen fue pactada por unanimidad por los países de la UE el pasado 30 de diciembre, con el objetivo de que Austria retirase el veto que había planteado hasta entonces para la adhesión de ambos países.
En el pacto alcanzado, Austria se comprometió a acordar más adelante con Rumanía y Bulgaria la fecha del fin de los controles en las fronteras terrestres, por carretera y ferrocarril, que estos países comparten con los demás miembros de Schengen.
La principal razón por la que Austria se opuso a la entrada total de Rumanía y Bulgaria al espacio Schengen es por las dudas de que ambos países puedan controlar correctamente la entrada de migrantes a través de sus fronteras con los países ajenos a la UE.
Sin embargo, la Comisión Europea señaló este sábado que Bucarest y Sofía "han demostrado continuamente un alto nivel de compromiso para garantizar una protección adecuada de las fronteras exteriores de la UE".
En el caso de Rumanía, sus fronteras exteriores limitan con Ucrania, Moldavia y Serbia; y en el de Bulgaria con Turquía, Macedonia del Norte y también Serbia.
Rumanía y Bulgaria entraron en la UE en 2007 y, según la Comisión Europea, ambos países cumplen desde 2011 "todos los requisitos para integrarse plenamente al espacio Schengen", y por ello el Ejecutivo comunitario lleva años instando a los países de la UE a autorizar su adhesión.
A partir de hoy, ya es posible viajar en avión o en barco desde Rumanía y Bulgaria con destino a otros países de la zona de libre circulación, y viceversa, sin la necesidad de someterse a controles de aduanas o de pasajeros.
Con la integración parcial de Rumanía y Bulgaria, el espacio Schengen ya tiene 29 países miembros: 23 de los cuales son Estados de la UE, todos excepto Irlanda y Chipre, mientras que los otros cuatro restantes no forman parte del club comunitario, y son Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.