Los sanitarios franceses que fueron suspendidos de su trabajo por no vacunarse contra la covid no recuperarán su empleo, anunció este viernes el ministro de Sanidad, François Braun.
Las autoridades científicas han coincidido en una recomendación "negativa" sobre esta cuestión y "la posición del Gobierno es clara: seguimos el consejo de los científicos", señaló Braun en unas declaraciones durante una vista a un hospital en Seine-et-Marte, en las afueras de París.
Estas palabras del ministro llegaron pocos minutos después de que la Alta Autoridad Sanitaria francesa (HAS) mantuviese hoy su opinión de que la vacunación contra el coronavirus siga siendo obligatoria para los profesionales de la salud.
Los datos epidémicos actuales "no permiten cuestionar la actual obligación de vacunación", debido a las cifras al alza de la séptima ola de la pandemia, señaló la HAS, un organismo consultivo independiente.
La recomendación de la HAS llegó tres días después de que la Academia Nacional de Medicina manifestara su "fuerte oposición" a reintegrar a su puesto a estos trabajadores, ya que considera que el rechazo a vacunarse es "incompatible con la profesión sanitaria".
Según la Academia, en torno a un 0,3 % de los profesionales hospitalarios (incluyendo a los sanitarios y a otras categorías) fueron suspendidos de su empleo desde otoño de 2021. La medida afectó a los que trabajaban como asalariados o en el sector público.
Estas opiniones de los expertos llegan después de que una buena parte de los partidos de oposición se hayan mostrado a favor de que los sanitarios que perdieron su trabajo por no vacunarse puedan recuperar su empleo.
"La ley no permite que permanezcan suspendidos (los sanitarios no vacunados) permanentemente", por lo que es "conveniente organizar su regreso", afirmó el jueves el senador Philippe Bas, del partido conservador Los Republicanos (LR).
A principios de julio, el izquierdista La Francia Insumisa (LFI) y el ultraderechista Agrupación National (RN) reclamaron la reintegración del personal sanitario sin vacunar debido a la difícil situación de los hospitales por las vacaciones veraniegas y a que muchos profesionales han cambiado de trabajo por saturación.
El diputado del RN Thomas Ménagé criticó la pasada semana en el hemiciclo el "desprecio del Gobierno" hacia unos profesionales que están "al límite" en "unos hospitales que se resquebrajan, mientras algunos de sus compañeros son expulsados como si fueran basura".
La HAS defiende la eficacia de las vacunas en prevenir los contagios y los síntomas graves de la enfermedad, e insiste en que estas restricciones afectan a quienes tienen contacto "frecuente y estrecho con personas vulnerables" y en que la vacunación "contribuye a su protección".
Según los últimos datos publicados, Francia registró el jueves 80.869 nuevos casos de coronavirus, con una tasa de incidencia de 1.038,2 contagios por cada 100.000 habitantes.